Millennium Development Goals Reloaded
Ciento ochenta y nueve gobiernos suscribieron la Declaración del Milenio en el año 2000, como un compromiso para afrontar la pobreza injustificable de los países en desarrollo. Una promesa que Caritas no dejará que se eluda.
La declaración fue el trampolín para la formulación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), ocho metas muy específicas que debían llevarse a la práctica y lograrse antes de finales de 2015.
En septiembre de 2007, S. Em.a Óscar Andrés Cardenal Rodríguez Madariaga, Presidente de Caritas Internationalis, transmitió a los líderes mundiales un mensaje de los pobres, ante la necesidad de realizar mayores esfuerzos con urgencia, o no se llegarían a cumplir los ODM.
El Cardenal formaba parte del grupo seleccionado de representantes de la sociedad civil, que participó en la reunión de alto nivel de la ONU, sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que se celebró en Nueva York, el 25 de septiembre de 2008. Leer el discurso aquí.
A mitad del plazo de 2015, el aumento de los compromisos de ayuda y el reducción histórica de la deuda han hecho posible la alimentación escolar en Ghana, la educación primaria gratuita en Tanzania y la atención sanitaria gratuita en Zambia.
La ayuda funciona. Nosotros lo sabemos. Sin embargo, el vaso está medio vacío. El número de personas que padecen hambre va en aumento y no en disminución. El número de niños que siguen muriendo cada día es tan alto, que resulta imposible imaginarlo. Es el dolor de perder a un hijo o una hija multiplicado por 11 millones. La situación actual significa es que el sistema ha fracaso.
Caritas desea compromisos concretos de parte de algunos de los países más ricos del mundo, para invertir el sentido de la marcha, para que no disminuya la ayuda. Que los ODM no se lleguen a cumplir por falta de financiación es inexcusable. Pero el Presidente de Caritas quiere que los líderes mundiales no se limiten sólo a cumplir con sus compromisos anteriores.
Las personas pobres son las más castigadas por las condiciones meteorológicas extremas, ocasionadas por el cambio climático. Es justo que los países ricos, que producen la mayor parte de la contaminación que desestabiliza el medio ambiente, asuman los costos.
La crisis alimentaria mundial ha dejado a otros millones de personas con hambre y ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de reformar las normas del comercio internacional, que discriminan a los países en desarrollo.
El Cardenal Rodríguez también instará a gastar mejor el dinero de la ayuda, lo que supone que los donantes utilicen la vasta red de colegios, hospitales y centros comunitarios de la Iglesia y organizaciones confesionales, como Caritas, como medio para promover el desarrollo.
Caritas ha participado en campañas como la del jubileo para anular la deuda, la campaña Make Poverty History, y este año en el Foro Económico Mundial, el Foro Social Mundial, la reunión del G8, y el Foro sobre la Eficacia de la Ayuda, en Accra. Y siempre con el mismo mensaje fundamental: millones de personas no quieren ver a millares de millones de otras personas viviendo en la pobreza, quieren ver medidas concretas, de parte de los líderes mundiales y persistirán hasta conseguirlo. ¡Y eludan eso!