El regadío alivia la crisis de las cosechas en Etiopía

Irrigated fields allow Ethiopians like Teklu Madgu to withstand droughts, giving them a source of food and income even if rain-fed crops fail. Credits: Debbie DeVoe/CRS

Irrigated fields allow Ethiopians like Teklu Madgu to withstand droughts, giving them a source of food and income even if rain-fed crops fail.
Credits: Debbie DeVoe/CRS

Según vamos subiendo hasta la cima de la montaña se revela ante nosotros un extenso panorama de campos color esmeralda, elevadas mesetas y granjas aisladas. Es difícil creer que los distantes agricultores estén afrontando un período crítico, por la escasez de alimentos.

Sin embargo, mientras bajamos de la montaña y vemos de cerca los campos, comprobamos lo que los etíopes denominan “hambre verde”. Los tallos de maíz tienen sólo la mitad de la altura que deberían tener y, bajo la parte verde superior, se pueden ver hojas marrones mustias. Si rompemos una espiga, vemos hileras internas de trigo anémico que sonríen abiertamente, como espantosas sonrisas de dientes rotos, con mellas enormes.

Los campos parecen verdes, pero las plantas se están marchitando desde abajo para arriba. La falta de lluvias en Etiopía ha provocado un alarmante incremento, en el índice de desnutrición. Caritas Internationalis está lanzando una llamada pidiendo ayuda de emergencia, por valor de 1,3 millones de USD, con el fin de ofrecer ayuda alimentaria, agua y medicinas, a más de 26.500 madres y niños, durante cinco meses.

Caritas está trabajando a través del miembro nacional de Caritas, denominado Secretariado Católico de Etiopía, y con el apoyo de algunas Caritas de Europa y América del Norte.

¡Necesitamos la ayuda de ustedes!

“La cosecha es un fracaso total” dice Alem Brhan, sacudiendo la cabeza, consternado. Es un coordinador de programas del Adigrat Catholic Secretariat, para proyectos de desarrollo apoyados por los miembros de Caritas, que incluyen a uno de los miembros de Caritas en EE.UU., Catholic Relief Services (CRS).

Brhane sabe que estos brotes flacuchos que se pueden ver en los campos significan que los agricultores no cosecharán nada en absoluto — ni siquiera para dar de comer al ganado.

La sequía en Etiopía llega periódicamente. Pero a primeros de 2008, una temporada de escasas lluvias sorprendió a los agricultores, que normalmente pueden cultivar suficiente comida. En mayo, centenares de niños empezaron a dar muestras de desnutrición, ya que las familias de los agricultores tenían poco o nada para comer.

Los sucesivos retrasos, en la siembra de cultivos de ciclo largo, se asociaron a las escasas lluvias, y ahora está empeorando la situación. Otros millones de agricultores afrontarán el fracaso de las cosechas, durante la próxima cosecha de octubre y noviembre, reduciendo de manera drástica la esperanza de poder reservar provisiones para el año que viene.

“La escasez de alimentos en Etiopía puede empeorar mucho”, explica Lane Bunkers, representante de CRS en Etiopía. “El Gobierno etíope y las organizaciones humanitarias ya han agotado las provisiones locales, para dar de comer a los más necesitados. Se necesitan más alimentos y cuanto antes, con el fin de poder distribuirlos a las personas que deben afrontar despensas vacías y – lo que es peor — graneros vacíos”.

Remesas de sorgo, trigo, legumbres, mezcla de maíz-soja y aceite vegetal, ya están en camino y se espera su llegada para finales de octubre. El consorcio transportará y distribuirá alimentos donados por EE.UU. a las personas identificadas como las más necesitadas.

Sin embargo, no todas las comunidades de las regiones azotadas por la sequía tendrán que afrontar el hambre. Algunas ya han recibido pocas ráfagas de lluvia, que han mantenido con vida sus cultivos. Otras han realizado proyectos de desarrollo, para escapar del ciclo de la sequía y la desesperación”.

“Aunque mis cultivos en terrenos regados con agua de lluvia sufrirán, respecto a los otros, yo sufriré menos los efectos de la sequía, gracias al regadío”, nos dice Leteyohanes Yohanes, una agricultora de la aldea de Kokeb-Tsibah. En los últimos dos años, Leteyohanes y sus vecinos ha estado plantando verduras en pequeñas parcelas, regadas por un sistema hídrico construido con el apoyo de CRS. Ahora su familia completa su comida básica de cebada, guisantes y alubias, con verduras de su huerto. Ella también puede comprar comida extra y cuidar de sus padres, utilizando los ingresos que gana vendiendo la verdura excedente.

Teklu Madgu, un dinámico padre de 6 hijos, de 67 años, salta alegremente de arriba para abajo mientras nos explica los beneficios que el regadío ha aportado a su vida. Corre para enseñarnos con orgullo su huerto, nos explica que ahora puede cosechar verduras, tres veces al año. Sólo en esta cosecha y, no obstante la sequía, Teklu ganó unos 155 USD, vendiendo tomates, pimientos verdes, ajos, cebollas, alubias, naranjas y otros productos, en un país cuyos ingresos medios anuales se estiman en menos de 125 USD por persona. Él utilizó sus últimas ganancias en comprar maíz para su familia y en la entrada para comprar una colmena, con el fin de conseguir ingresos extras.

En otra aldea cercana, Yihdega Tesfaym, aunque fuera muda, con su amplia sonrisa nos lo diría todo. Mientras me enseña el gran pozo cavado a mano y la parcela de regadío de su huerto. Brhane nos explica que ella sola mantiene a sus tres hijos. Gracias a los ingresos extras que consigue vendiendo verduras, en lugar de grano, que es más común, Yihdega ahora se puede permitir el lujo de mandar a sus hijos al colegio. Cuando llama a su hijo mayor, para que lo veamos, podemos notar su evidente orgullo.

El Gobierno de Etiopía y las organizaciones humanitarias deben adoptar todas las medias posibles para ayudar a quienes tengan que afrontar el hambre. Pero no podemos ignorar el mañana: “Las comunidades en las que hemos instalado proyectos de agrícolas a largo plazo y de regadío, en últimos años, están soportando la sequía mucho mejor que su vecinos. Seguiremos haciendo todo lo posible para facilitar ayuda de emergencia y también exhortamos a los donantes para que financien proyectos de desarrollo a largo plazo, con el fin de prevenir futuras crisis”, nos indica Bunkers, de CRS.

Debbie DeVoe es la Responsable Regional de Información, para África Oriental, de Catholic Relief Services, con sede en Nairobi (Kenia). Recientemente ha visitado en el terreno proyectos agrícolas y de regadío, de la zona oriental y septentrional de Etiopía.

 

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