Cordaid – Caritas Países Bajos
Francois Tifabe caminaba por una calle cerca de su casa el 12 de enero de 2010 cuando el suelo comenzó a temblar. Antes de que se diera cuenta de lo que estaba pasando, un muro cercano se desplomó y los escombros cayeron sobre su pierna.
“Todavía me duele y necesito un bastón para caminar,” afirmó Tifabe, señalando su pierna herida.
Al regresar a casa, sus peores temores se vieron confirmados. Su vivienda se había desplomado totalmente con el terremoto. Sin embargo, sintió alivio al comprobar que su mujer y sus cinco hijos habían sobrevivido.
En los meses posteriores al terremoto, los tiempos fueron difíciles. La familia se fue a vivir a un campamento. A raíz del terremoto, más de un millón de personas se quedaron sin casa. La gente dormían por doquier: en campamentos, en las calles, en viviendas improvisadas hechas de cualquier material que encontraran.
“Habían serpientes arrastrándose por el campamento y el suelo estaba siempre húmedo.
Nuestra tienda no era de muy buena calidad y no veían las horas de que mi familia estuviese en mejores condiciones,” afirmó Francois Tifabe.
En noviembre, las autoridades locales decidieron despejar el campamento. De golpe, Tifabe y su familia se encontraron de nuevo sin un techo donde cobijarse.
No mucho después del terremoto, Cordaid (Caritas Países Bajos) puso en marcha un proyecto para proporcionar 10.000 viviendas temporales a las familias que habían perdido sus casas como consecuencia del terremoto en las zonas de Puerto Príncipe y Léogâne.
La familia de Francoise Tifabe fue una de las elegidas para recibir una casa. Ellos ayudaron a desbrozar y despejar el terreno para comenzar las obras de construcción de la casa y ahora están esperando que se termine de construir.
“Esta casa significa mucho para mí; me da mucho gusto saber que tendremos nuestro propio hogar de nuevo” afirmó Tifabe.
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