Los líderes de las iglesias cristianas en Sudán del Sur han hecho un llamado a la paz luego de que la violencia estallara en la capital, Juba, el 15 de diciembre, la misma se ha extendido al norte, hacia Bor, lugar en donde tuvo lugar una masacre étnica en 1991.
Desencadenada por una lucha interna con el partido en el poder, SPLM, el conflicto ha cobrado una dimensión étnica y se teme que escale hasta convertirse en una guerra civil.
“Hay un problema político entre los líderes en el SPLM. Esto no se debería convertir en un problema étnico”, dijo el Arzobispo católica Paulino Lukudu Loro de Juba a nombre de los líderes eclesiásticos.
“Tristemente, en el terreno, se está convirtiendo en tribalismo. Es necesario distender esto con urgencia, antes de que se expanda”, dijo.
Miles de personas han buscado refugio en las bases de la ONU y en edificios de las iglesias, y el principal hospital ha pasado apuros para tratar con el flujo de heridos.
Los líderes de las iglesias cristianas le han pedido al gobierno, a la ONU y a las ONG que brinden ayuda humanitaria para los civiles desplazados en Juba, y que aseguren que haya agua y víveres disponibles para la población.
“La violencia no es una forma aceptable de resolver disputas. Esto se debe hacer de forma pacífica y civilizada”, dijo el Arzobispo Paulino Lukudu Loro. “La reconciliación está al centro del ministerio de la Iglesia, un valor clave del Evangelio, por lo tanto nos ofrecemos como mediadores.
“Al celebrar el nacimiento del niño Jesús, recordemos que Dios está con nosotros, y oremos por el valor y la fortaleza para traer la paz, la reconciliación y la sanación a nuestra nueva nación”.
Los miembros de Caritas en Sudán del Sur tienen una amplia gama de programas humanitarios, de desarrollo y de construcción de la paz en el Sur de Sudán, en donde trabajan con las comunidades locales para construir la nación recién nacida.
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