El Arzobispo de la República Centroafricana condena los ataques contra los musulmanes

Muslims flee Bouar in Central African Republic. Credit Aurelio Gazzera/Caritas

Muslims flee Bouar in Central African Republic. Credit Aurelio Gazzera/Caritas

Millares de familias musulmanas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, en la República Centroafricana. Los barrios musulmanes de pueblos y aldeas están ahora vacios.

Otros millares de personas que quieren escapar están ahora refugiadas en lugares de culto, incluyendo mosqueas e iglesias. En Bossemptelé, algunas religiosas están ofreciendo ayuda a unas 500 personas y en Baoro, la parroquia ofrece asistencia a unos 2000 musulmanes.

Caritas está ayudando con la distribución de alimentos y agua. También el personal eclesial está asistiendo para asegurar un viaje seguro, a través del país, a las personas que quieran abandonarlo.

Las milicias armadas ‘antibalaka’ han tomado como objetivo a la comunidad musulmana. Mientras, las milicias rivales denominadas ‘Seleka’ se están retirando de las zonas del país que controlaban anteriormente,  saqueando a su paso viviendas, hospitales y tiendas.

Caritas ha distribuido alimentos y asistencia médica, así mismo, está promoviendo iniciativas de construcción de paz, a través de los líderes religiosos locales, cristianos y musulmanes. Entre los líderes que apoyan las iniciativas de paz está Mons. Dieudonné Nzapalainga, Arzobispo de Bangui y Presidente de Caritas Centroafricana. El Arzobispo de la República Centroafricana condena todos los ataques contra los musulmanes.

¿Cuál es su análisis de la situación actual en la República Centroafricana?

Según tengo entendido, hay un grupo que ha decidido vengarse. Se trata principalmente de jóvenes que han visto aldeas incendiadas, saqueos y matanzas, así como concusiones tras violaciones de los derechos humanos. Acciones llevadas a cabo por miembros de Seleka, en aldeas enteras. Ahora bien,  estos jóvenes, en la época en la que yo los he conocido, hablaban de luchar contra Seleka. Es preciso constatar que no es eso lo que está sucediendo en el terreno. Ahora, esas personas se están vengando contra las comunidades musulmanas. Siempre nos han dicho que los musulmanes no son la Seleka. Toda la Seleka no es musulmana. De la misma manera que nosotros hemos dicho que todos los anti-balaka no son cristianos y todos los cristianos no son anti-balaka. Si la gente se une a este grupo es para ir a saquear, vengarse y expresar el propio odio.

Estos son sentimientos puramente humanos y detrás de lo que está pasando  hay gente que yo he indicado como «hombres políticos corruptos» que utilizan mazas. La prueba es que hay gente que se pronuncia como padrinos de estos grupos. Que yo sepa,  en ningún caso hay sacerdotes, ni pastores que se hayan pronunciado para dirigir y apoyar esta ideología. Yo denuncio y condeno las concusiones, así como denuncio la combinación que se ha creado alrededor de esta situación, porque el imán, el pastor y yo mismo, hablamos todos la misma lengua. Desde el principio, hemos denunciado esta situación. Hoy seguimos jugando con el objetivo religioso y nos negamos a que se nos empuje por ese camino.

Msgr Dieudonné Nzapalainga meets with Muslim community leaders. Credit Sam Phelps/CRS

Msgr Dieudonné Nzapalainga meets with Muslim community leaders. Credit Sam Phelps/CRS

¿Qué se puede hacer para ser escuchados por las principales partes interesadas?

Nosotros nos hemos negado a hacer esta combinación y denunciamos a quienes la utilizan, que manipulan a los jóvenes, y son responsables a nivel nacional e internacional. Lo que nos ha arrastrado a esta situación es la impunidad. Estas personas asesinan a la gente y nadie les dice nada. Hay  gente  que saquea e incendia y está siempre en buena salud, sigue libre por la calle. Habrá que hacer que los que han asesinado respondan de sus actos: eso significa procurar una reparación por esas acciones. Pensamos que ha llegado el momento de que la justicia renazca de sus cenizas en la República Centroafricana. Y es así que podremos devolver la confianza a los pobres, que esperan una solución o una propuesta para poder encontrar de nuevo un poco de calma.

¿Usted se ha dirigido directamente a los anti-balaka?

Los anti-balaka han lanzado un ataque y dos días después he escrito una carta en la que les decía claramente mi condena de las concusiones y el recurso de la fuerza, como medios para llegar al poder. El medio que yo conozco se llama diálogo. Yo insisto en que se utilice este medio para reglamentar las discrepancias en la sociedad. Actualmente, yo hago exhortaciones que dicen: todos aquellos que se llamen cristianos y que sean de este grupo deben saber que no son coherentes con su fe. Uno no se puede llamar cristiano y matar a su hermano, quemarlo, destruirlo. Uno no se puede llamar cristiano y perseguir a su hermano. El hermano es el prójimo. Yo mismo he acogido aquí al responsable de la comunidad musulmana. Yo vivo con él y pido a los cristianos que lo hagan también. El amor debe ser la característica propia de los cristianos. Porque lo que actualmente vemos, o sea, las divisiones, el odio, las venganzas, las represalias y ese tipo de comportamiento, son las antípodas de los valores evangélicos.

Ustedes han evocado a políticos corruptos que soplan en las brasas. ¿Quiénes son estos políticos corruptos, como ustedes los llaman?

Actualmente, la violencia no conoce límites. Contrariamente a lo que nos hacen creen, también hay cristianos que son saqueados por los anti-balaka. Yo he conocido a una familia cuya casa ha sido vaciada. Eso significa que hay otras bandas u otros jefes que  impulsa a esa gente. Es la lucha por el poder, hay que tener el valor de admitirlo. No se lucha por estar más cerca de Dios o por defender la propia fe. Se lucha por conseguir el poder. Se luchar por demostrar quién es el más fuerte.

¿Cree usted que el gobierno de transición y todas las autoridades de transición están capacitados para poder hacer frente a este asunto?

El gobierno necesita contar con medios para ser eficaz y eficiente. Como el actual gobierno se tiene que enfrentar a todo tipo de dificultades, ha llegado el momento de que tanto la comunidad nacional como la internacional aporten su contribución para ayudar a este gobierno. La gente lleva meses sin recibir el sueldo. También la justica falla, porque los gendarmes no desempeñan su papel. Y tampoco lo hacen los jueces. Actualmente, no se cumplen las funciones soberanas que corresponden a un Estado.

Y concretamente, ¿cómo juzga usted la acción tanto de la Misca (Fuerza Militar Africana) como del Ejército francés en la República Centroafricana?

La Sangaris (operación militar del Ejército francés) y la  Misca son dos misiones que han venido a ayudarnos. Tenemos que estar agradecidos. Estas misiones han permitido estabilizar la situación y evitar lo peor. Es preciso constatar que tenemos que llegar más lejos. Yo acabo de regresar de Europa, a donde fui para pedir y defender el envío de una misión de cascos azules. Necesitamos un contingente mayor. Un  país de  623.000 km² no puede estar seguro con la presencia de 6.000 hombres. Como usted ya sabe, hay armas esparcidas por todo el país. Es necesario recuperar esas armas. La administración ha sido destruida. En la misión que imaginamos y que queremos para la ONU, hay que decir que hay un proyecto de reconstrucción del Estado, de la máquina estatal.

Como usted sabe, tanto las escuelas, como los establecimientos de salud no funcionan. Es necesario reabrirlos. También sabrá usted que, actualmente, el proceso político sufre dificultades por la falta de medios.  Nosotros, los centroafricanos, sabemos que nuestra primera misión es desarmar nuestras cabezas, para desarmar nuestros corazones, con el fin de comenzar a vivir juntos, con nuestros hermanos y hermanas y reapropiarnos de la dimensión patriótica. En ningún caso, se puede robar la vida de un hermano o una hermana, impunemente.

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