Celebrado cada año el 20 de junio, el Día Mundial del Refugiado es un momento clave para conmemorar la fuerza, el valor y la perseverancia de millones de refugiados. Una de cada 113 personas ha sido obligada a huir de su hogar a causa de la guerra o la persecución. No son solo números, son personas reales con sueños para sus familias. Detrás de las estadísticas hay niños que quieren ir a la escuela pero que no pueden, y madres que se preguntan si sus hijos e hijas siguen con vida, y padres que no saben cómo mantener a sus familias y asegurarles un futuro.
“Las vallas físicas y establecidas por la ley son un fracaso y pertenecen al pasado. Nuestro futuro reside en enfrentar las auténticas causas de lo que lleva a las personas abandonar sus hogares y, mientras tanto, aplicar soluciones humanas y dignificadoras para ayudar a los que llaman a nuestras puertas. La Iglesia católica es clara, no podemos mirar hacia otro lado cuando hay tantas personas tan desesperadas que están dispuestas a arriesgar las vidas de sus hijos, y las suyas propias, para conseguir tener una vida mejor”. Mons. Luc Van Looy, Presidente de Caritas Europa.
“Con la creación de nuevos marcos internacionales – Pacto Mundial sobre migrantes y refugiados en 2018 – los Estados no solo deberían asegurar un reparto de las responsabilidades más efectivo en la respuesta a los grandes movimientos, sino también aceptar la oportunidad de reconocer y resaltar las importantes aportaciones que los refugiados y los migrantes realizan a sus comunidades de acogida, para hacer así de la auténtica solidaridad una verdadera realidad para todos aquellos que buscan protección, y para aquellos que cumplen con sus obligaciones para ofrecer dicha protección”, Declaración conjunta de organizaciones religiosas para el Día Mundial del Refugiado 2017
“Si todos compartiéramos el sueño de un mundo pacífico, y si la aportación de los migrantes y los refugiados se analizara adecuadamente, la humanidad podría llegar a convertirse cada vez más en una familia universal, y nuestra Tierra en una casa común”, Cardenal Luis Antonio Tagle, Presidente de Caritas Internationalis.
“Como la Iglesia católica que somos, tenemos que comprometernos con el mandato de ser buenos samaritanos, acogiendo a nuestros hermanos con ternura cristiana, sin darles la espalda, y mostrando los signos más auténticos de hospitalidad y acompañamiento a los hombres y mujeres migrantes y refugiados”, Mons. Álvaro Ramazzzini, obispo de Huehuetenango, Guatemala.
“Aislarnos del resto del mundo, ya sea con alambres de púas, ladrillos o denegaciones de visado, no va a resolver nuestro problema de seguridad nacional. Lo que tenemos que hacer es trabajar conjuntamente para llevar la paz donde hay conflicto, llevar seguridad donde hay violencia, llevar prosperidad donde hay pobreza”, Sean Callahan, CEO de CRS y vicepresidente de Caritas Internationalis.
“Si tuviera que elegir un sueño, este sería volver a Siria. Sueño con reunirme con mi familia. Espero poder llegar a ser médico cuando sea mayor, para poder ayudar a personas como mi madre, que padece problemas de salud mental. A pesar de estar refugiada en Siria, creo que esto es posible. Si deseas algo, debes ir a por ello”, Miriam, 15 años.
“Éramos profesionales, mi marido ingeniero y yo doctora. Nuestras familias eran chií y suní. Cuando empezaron los enfrentamientos sectarios en Irak, nos convertimos en objetivo de los ataques y tuvimos que huir. Queríamos volver, pero cuando mataron a mi tío vimos que ya no era posible. Nuestro futuro allí se ha destruido. Me gustaría estudiar medicina aquí en Turquía, para poder volver a ejercer como médico, y que mi hija pueda ser escolarizada”, Aiya, 26 años, refugiada iraquí.
“Señor, dame fuerzas para seguir adelante. Dame el alimento suficiente para poder tener esas fuerzas. El mal me ha expulsado de mi tierra. Mi casa ha quedado atrás y ha sido destruida, tengo que buscar un nuevo hogar. Señor, aparta de mi mente los pensamientos de mi familia agonizante y llénala con la esperanza de una nueva y solidaria familia, un lugar en el que pueda trabajar para ganarme el pan, amigos que me acojan y me ayuden, una nueva casa en la que poder construir una nueva vida”, Kathy McVay, recursos para la oración, CAFOD
“Frente a este complejo escenario, siento que debo expresar una preocupación especial sobre la naturaleza forzada de muchos flujos migratorios contemporáneos, que aumenta los desafíos para la comunidad política, la sociedad civil y la Iglesia y exige respuestas todavía más urgentes, coordinadas y eficaces. Nuestra respuesta común se podría articular en torno a cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar”, Papa Francisco.
Es tu turno
En septiembre de 2016, diversos líderes mundiales acordaron trabajar por un Pacto Mundial para los refugiados para 2018, un pacto en el que todas las partes de la sociedad estén unidas #WithRefugees y participen de forma equitativa, en lugar de dejar que solo los estados carguen con la responsabilidad de los forzados desplazamientos en masa. Podemos llamar a los gobiernos a que cumplan sus promesas mediante la firma de la petición de la Agencia de la ONU para los Refugiados.
La nueva campaña mundial de Caritas – Compartir el Viaje – partirá en septiembre de 2017 y estará activa durante dos años. La campaña – orientada a sensibilizar sobre la migración – responde a los repetidos llamamientos del Papa Francisco a promover lo que él llama “la cultura del encuentro”. Fortaleciendo los lazos entre las comunidades y los migrantes, o los potenciales migrantes y los retornados, también fortalecemos los lazos de la familia humana. Por favor, únanse a nosotros en Septiembre poniéndose en contacto con sus Caritas locales.
Todas las imágenes son de la premiada fotoperiodista Isabel Corthier, quien colabora con Caritas
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