Los proyectos de Caritas en todo el mundo tratan de garantizar la protección de los derechos fundamentales de los niños para que estos puedan crecer y prosperar. Aunque le quites la voz a un niño, no puedes quitarle sus derechos.
A menudo, el trabajo infantil está oculto a nuestros ojos. Los menores trabajan durante largas horas, en trabajos que a menudo son mal pagados y peligrosos, en talleres de trabajo esclavo, minas o plantaciones. Pero a veces ocurre a plena vista.
En todo el mundo, los criminales explotan a gente pobre o desesperada. Les ofrecen empleos que no existen y los sacan de sus casas para venderlos para prostitución, mendicidad o trabajo forzado sin recibir remuneración.