El invierno pone en evidencia, claramente, la vulnerabilidad de las personas que luchan por hacer frente a las condiciones climáticas extremas. Esto es particularmente cierto para los migrantes y refugiados. Lamentablemente, este año, es más cierto que nunca, como lo demuestra la situación que se ha creado en Grecia y Serbia.
El invierno en Serbia fue siempre frío. En años pasados, las temperaturas llegaron a alcanzar algunos grados bajo cero.
Los inmigrantes y refugiados están haciendo frente a condiciones muy peligrosas para sus vidas, tras la llegada de la nieve y el frío ártico, que se están registrando en Grecia, Serbia y todo el sudeste de Europa.
Modar trabajaba para Caritas en Siria, ayudando a las personas que escapaban del conflicto. Cuando vivir allí se volvió demasiado peligroso partió hacia a Europa. Él describe su trabajo, el terrible viaje por el que pasó y el hecho de tener que asumir ser un refugiado.
El centro de registro de Presevo para los refugiados que cruzan desde la Antigua República Yugoslava de Macedonia a Serbia registró el pasado sábado su mayor cifra, con 7.770 recién llegados.
Ana Zivkovic es una oficial de comunicaciones para Cáritas Serbia. Explica qué clase de servicios está prestando Cáritas Serbia a los refugiados, cuáles son los desafíos a afrontar y cómo se siente ella personalmente respecto a la situación de estos refugiados.
El número de inmigrantes y refugiados que llega a Serbia ha aumentado drásticamente, desde mediados de junio. Caritas Serbia está tratando de responder a las necesidades de unas 100.000 personas, lanzando una llamada de emergencia por valor de 800.000 euros.
Los conflictos, la pobreza y la persecución, en el Medio Oriente, Asia y África, han registrado un marcado incremento, en 2015, en el flujo de refugiados y migrantes económicos a la Unión Europea, a través de la ruta de Turquía, Grecia, Macedonia y Serbia.
A punto de cumplirse un mes de la tragedia, se han realizado muchos esfuerzos para restablecer la vida normal. El ambiente de emergencia está desapareciendo poco a poco y las preocupaciones relacionadas con la rehabilitación se están convirtiendo en el foco de atención.
Los Balcanes han sido testigos de catastróficas escenas mientras las fuertes lluvias causaban inundaciones generalizadas por toda la región. Casas, carreteras, cultivos y puentes fueron arrasados por el agua en cuestión de días. En Serbia y Bosnia-Herzegovina fueron evacuadas 150.000 personas.