Rising sea levels in Bangladesh makes farming difficult as salty water destroys arable land
Credits: Caritas
Bangladesh, una de las naciones más pobres del mundo, también es el país más vulnerable a la subida del nivel de las aguas. La población ya ha sido duramente afectada por mareas tormentosas, los fenómenos catastróficos del pasado han dañado 100 kilómetros de tierras del interior, y el avance del mar ha causado la salinación de las tierras cultivables. No es fácil imaginar lo que serían estas catástrofes si se acelerara la subida del nivel del mar.
Anup Biswas afrontaba un futuro sombrío antes de solicitar ayuda a Caritas Bangladesh.
Anup se dedicana a la cría de camarones por 36 dólares USD al mes. Había heredado un pequeña explotación en la que criaba camarones y cultivaba un poco de arroz, pero a causa de elevado nivel salino, la producción disminuía cada año. Ya no podía seguir cuidando de su madre viuda.
En 2006, Anup solicitó ayuda a Caritas. Caritas, en el marco de su misión de prestar asistencia a los agricultores en materia de producción sostenible y actividades generadoras de ingresos, le ofreció capacitación técnica para ayudarlo a mejorar sus conocimientos sobre el cultivo de hortalizas mediante métodos de agricultura biológica.
Caritas trabaja en Bangladesh promoviendo el cultivo de trigo, el cultivo de arroz resistente a la sal, la cría de camarones en rotación, el cultivo de gramíneas de alto rendimiento y el cultivo de hortalizas de invierno y verano.
Caritas Bangladesh también ha creado un centro de documentación sobre el cambio climático en la Oficina de Pesca e Instituto de Desarrollo de Caritas y ha promovido el intercambio de información y organizado un foro sobre cambio climático y el aumento de la salinidad.
Anup siguió el curso de capacitación y, gracias a un microcrédito de Caritas para la compra de semillas y plantones, ahora cultiva su tierra y produce cultivos por un valor de mercado de 100 dólares USD.
“Al principio. estaba un poco confundido. ¿Era posible producir un buena cantidad de hortalizas sin utilizar fertilizantes y plaguicidas químicos? refiere Anup. “Seguí un curso en el que utilizamos abono orgánico y el método de Caritas, y ahora produzco hortalizas de buena calidad. El año pasado no compré ninguna hortaliza en el mercado. Además, he conservado semillas del huerto para la próxima temporada.”
Aung Key Ching es otra persona que se beneficia del programa de Caritas. Tras recibir capacitación, ahora produce alimentos suficientes para los miembros de su familia y los ha salvado de la inanición.
“No emigraré,” nos dice, “porque la mayor parte de mi ingreso familiar proviene de mi huerto.”
Fuente: Caritas Bangladesh