Polytanks of clean water are installed in Kizamou to provide the refugees and communities with an immediate water supply. Catholic Relief Services and Caritas partners are mobilizing emergency water, hygiene and sanitation facilities to meet the urgent needs of thousands of Malian refugees who have fled to safety in neighboring Niger since January 2012.
Credits: Jean-Philippe Debus/Catholic Relief Services
¿Cómo es la situación humanitaria en la región del Sahel de África occidental?
Más de 12 millones de personas tendrán que hacer frente a una grave carestía en la a región del Sahel de África Occidental, si no se adoptan inmediatamente medida urgentes para prevenirlo.
Las poblaciones de Níger, Mauritania, Mali, Burkina Faso y Chad, ya están sufriendo por la falta de alimentos y todavía tienen que llegar las vacas flacas. En las áreas más afectadas, se ha empezado a racionar lo poco que queda para comer: se come solo una vez al día, se malvende el ganado y la gente abandona las zonas rurales por los centros urbanos.
No tenemos que esperar a ver imágenes de niños famélicos en las pantallas de nuestras tv. Si hacemos algo ahora, podemos estar seguros de que la situación no se deteriora.
¿Qué es lo que ha causado la crisis alimentaria en África occidental?
Las precipitaciones escasas y la sequía del año pasado, así como la plaga de insectos. Por todo eso, la cosecha de este año no dará alimentos suficientes. Y la subida de precios en la región ha dejado a la población en serias dificultades, para poder cubrir las carencias entre lo que se produce y lo que se tiene para poder comprar.
En el norte de Mali, el conflicto entre el Ejército y los grupos rebeldes ha causado el desplazamiento de más de 170.000 personas, que han abandonados sus casas. La mitad de ellas son desplazados internos, mientras los demás se han dirigido a Níger, Burkina Faso y Mauritania. Los refugiados llegan con las manos vacías. Están siendo alojados en las casas de otras familias, qua a su vez ya están pasando dificultades ante la escases de recursos.
Los migrantes por motivos económicos que retornan de Libia, destrozada por la guerra, y de Costa de Marfil se están sumando a las demás personas que ya viven en condiciones extremas, ante la escasez de alimentos.
¿África occidental no sufría solo por la crisis de alimentos?
La situación actual no es nueva. Es la tercera sequía que azota la región en los últimos diez años. Ya hubo graves carestías en 2005 y 2010. Los cambios climáticos y las condiciones meteorológicas extremas han hecho que la agricultura tradicional pluvial ya no sea sostenible.
La previsión de la crisis este año ha llevado a agencias humanitarias y gobiernos nacionales a tocar campanas de alarma temprana. Solo cuesta 1USD prevenir la malnutrición de una persona, mientras cuesta 80 USD el tratamiento de esa persona una vez afectada por la malnutrición.
¿Qué es lo que dice la Iglesia católica sobre la gravedad de la situación?
“El Sahel se está viendo seriamente amenazado de nuevo en los últimos meses por una notable reducción de los recursos alimentarios”, dijo el Papa Benedicto XVI el pasado mes de febrero. Y además, la crisis alimentaria ha sido causada por la falta de lluvia y el incremento de la desertificación. “Exhorto a la comunidad internacional para que haga frente seriamente a la pobreza extrema de estas poblaciones, cuyas condiciones de vida se están deteriorando”, dijo su Santidad.
¿Cuál es la respuesta de la Iglesia y de Caritas?
Los miembros de Caritas que trabajan en la región han lanzado ya una llamada para financiar programas de emergencia, con el fin de distribuir alimentos y otro tipo de ayuda a los más vulnerables. Caritas se concentrará en facilitar alimentos suficientes a madres y bebés.
Las operaciones de ayuda quieren facilitar alimentos suficientes a la población, así como prevenir que recurran a tácticas de supervivencia perjudiciales (si un agricultor abandona su tierra para buscar alimentos en la ciudad, no habrá nadie para sembrar la próxima cosecha). Caritas facilitará ayuda en ese ámbito con la distribución de simientes y así los agricultores de pequeña escala podrán sembrar para el año que viene.