Caritas ayuda a huérfanos del ébola en África Occidental

“Hay una niña pequeña, de unos 9 ó 10 años, que me pide el teléfono diciendo: ‘Mi padre y mi madre están en la cama del hospital y yo quiero hablar con ellos, para saber cómo están’”. El P. Peter Konteh, un sacerdote de Caritas Sierra Leona, país azotado por el ébola, nos habla de los niños del orfanato que dirige: “Intentamos explicarles el concepto de la muerte, incluso usando cuentos y el teatro, pero muchos no pueden comprenderlo”.

Hay niños cuyos padres murieron, niños que estuvieron ingresados también por el virus; otros niños cuyas familias y sentido de seguridad han sido destrozados por los estragos afectivos y económicos de la enfermedad en África: un gran número de niños se han visto afectados por el ébola, en estos últimos y terribles meses. Caritas está trabajando para ayudar a las víctimas más jóvenes de esta crisis.

Caritas enseña a los niños en Togo sobre el ébola y cómo se propaga, para evitar que la enfermedad llegue al país.

Caritas enseña a los niños en Togo sobre el ébola y cómo se propaga, para evitar que la enfermedad llegue al país. Foto por Caritas África

“La peor pregunta de puede hacerte un niño es: ‘¿Voy a morirme? Todos los habitantes de mi aldea han muerto. Es difícil de responder a eso”, dice el Dr. David Bob Kisingei, un voluntariado de Caritas Freetown, que en pasado ha tratado a adultos y niños con Ébola. “Y entonces hay que decirle: ‘No, tú te pondrás bien’.”

Afortunadamente, muchos niños se recuperan y otros ni siquiera se enferman. “Fue sorprendente comprobar que había menos niños de lo esperado, en las unidades de tratamiento,” dice el Dr. Tim Flanigan, especialista en enfermedades contagiosas, que se ofreció para capacitar al personal de los ambulatorios católico de Liberia. Él dice que no hay seguridad sobre si el índice de contagios o la gravedad de la enfermedad sean ser inferiores en los niños.

Pero una cosa está clara: “Muchos padres han muertos y ahora quedan miles de huérfanos”, dice el padre Pedro. Su orfanato, Santa María, abrió originalmente para los niños que perdieron a sus padres, en la guerra de Sierra Leona. Ahora, dice: “Santa María está recibiendo a muchos sobrevivientes huérfanos “, niños que tuvieron ellos mismos el ébola y sobrevivieron.

Los huérfanos a veces se quedan en Santa María, entre 10 y 15 días, mientras que el padre Peter y otros miembros del personal tratan de encontrar hogares permanentes. Algunos niños llegan con un certificado médico que demuestra que están libres del ébola y no son contagiosos: “Hay unos cuantos niños que no han sido aceptados por en las comunidades”, dice, “aunque a menudo se puede localizar a sus familiares que se los llevan, después de un tiempo.

A veces, los familiares de los niños tienen miedo de contraer el ébola. En pocos casos, los familiares dicen: ‘No los traigan aquí, tienen ébola. Pero un problema de fondo es que algunos quieren heredar los bienes de los padres que murieron”, dice el padre Pedro. “Tenemos abogados voluntarios que están estudiando el tema”.

Los niños en Santa María cuentan historias horribles, sobre lo que tuvieron que sufrir: “Un niño, de unos 12 ó 14 años, fue recogido junto a su familia por una ambulancia de su aldea, cerca de Port Loko”, dice el padre Pedro. “El conductor de la ambulancia pulverizaba a la familia tan a menudo, con cloro, que él se estaba asfixiando. Dice que sobrevivió porque había una ventanilla abierta y sacó la cabeza. De su familia, sólo él y su hermana menor sobrevivieron.

CRS, miembro de Caritas en EE.UU., está ayudando a la Oficina Médica del Distrito con entierros seguros y dignos de las víctimas de ébola en 3 distritos de Sierra Leona. Foto por CRS

CRS, miembro de Caritas en EE.UU., está ayudando a la Oficina Médica del Distrito con entierros seguros y dignos de las víctimas de ébola en 3 distritos de Sierra Leona. Foto por CRS

Incluso los niños no afectados directamente por el ébola están sufriendo las repercusiones económicas y sociales de la epidemia. En Guinea y Liberia, los miembros de Caritas están trabajando con el Programa Mundial de Alimentos, en la distribución de raciones a familias en cuarentena y otras personas que no pueden ganarse la vida, debido a las medidas restrictiva de prevención del virus.

“Las escuelas siguen cerradas y los niños no hacen nada durante el día”, dice Alexandre Kolié, de Caritas Guinea: “Ha sido un problema para los padres, sobre todo viendo a los niños más pequeños y otros niños que no van al colegio”.

“La situación de la educación es terrible”, dice el P. Pedro. “Hay escuelas que se han convertido en centros de respuesta al ébola. Eso significa que no habrá escolarización por mucho tiempo”.

“Así que muchos niños se han unido a pandillas de delincuentes debido a la ociosidad, y otros juegan al fútbol todo el día”, dice la hermana Anthonia Ezeibekwe, un maestra en Kenema, Sierra Leona. “Algunos niños, cuyos padres murieron de ébola y que fueron adoptados por otros familiares, fueron enviados luego a mendigar o vender pequeños artículos por las calles”.

“No van a la escuela y sus tutores les sobrecargan de trabajo”, coincide Agustín Tamba Fallah, de Caritas Freetown. “Les dan naranjas o plátanos para vender.”

“Algunas de las niñas mayores han quedado embarazadas”.

Juliana y Katherine perdieron a sus padres a ébola en Sierra Leona.

Juliana y Katherine perdieron a sus padres a ébola en Sierra Leona. Foto por Tommy Trenchard para Cáritas

Sierra Leone’s government is offering lessons on the radio, but for many children such a luxury is out of reach. So Caritas distributed hundreds of radio sets and batteries. “When it’s time for the education radio show, they listen,” says Father Peter. “We plan to prepare some mock exams or tests to see if they are really learning.”

“El cierre de la escuela está afectando muy mal a los niños”, dice el padre Pedro. El gobierno de Sierra Leona está ofreciendo clases por la radio, pero para muchos niños eso es un lujo fuera de su alcance. Por eso, Caritas he distribuido cientos de aparatos de radio y pilas. “Cuando llega el momento del programa radio de educación, ellos lo escuchan”, dice el padre Pedro. “Tenemos la intención de preparar un simulacro de exámenes para comprobar si realmente están aprendiendo”.

Caritas también está trabajando con expertos para tratar el trastorno del estrés postraumático que los niños están sufriendo. “Los niños que están siendo atendidos por sus familiares siempre están llorando y dicen ‘estoy pensando en mi mamá o papá'”, dice Fallah. Incluso cuando la gente sobrevive: “queda el trauma psicológico de los padres enfermos, de un miedo terrible en familia, de gente que llega con trajes que parece del espacio”, dice el Dr. Flanigan.

“Algunas personas gritan a los niños que no deben tocarse entre ellos, no hagan esto, no hagan aquello, sin ninguna explicación”, dice la hermana Anthonia. “El sonido de las sirenas de las ambulancias, que transportan cadáveres y pacientes de ébola, resulta muy traumático para los niños”.

Caritas sigue cuidando a los más vulnerables, mientras la crisis continúa su propagación. “Tenemos que pensar en el futuro que podemos darle a estos niños: alimentación, salud y escuela”, dice Moira Monacelli, Coordinadora Regional para África Occidental de Caritas Italiana. “Ahora, a corto plazo y también a largo plazo”.

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