Por primera vez en la historia de estos encuentros de Caritas Internationalis en Roma, los jóvenes están invitados a participar y exponer su visión sobre los principales desafíos que enfrentan en el mundo actual.
Uno de sus representantes es León de Souza, coordinador de jóvenes por Caritas Brasil, quien tuvo una ponencia en el panel sobre “El aumento de las desigualdades: un reto para una sola familia humana”. Conversamos con él respecto a su participación en este importante encuentro mundial.
León de Souza, coordinador de jóvenes por Caritas Brasil. Foto por Elodie Perriot/Caritas
¿Qué significa para ti estar invitado a participar de esta instancia?
Es una alegría muy grande, porque es la primera vez que se invita a los jóvenes para participar de este espacio mundial. Se tendrá una mirada para los grupos y sujetos que hacen Caritas desde las bases, es un reconocimiento a todos los que construyen Caritas desde diversas labores.
¿Qué esperas de este encuentro?
Este proceso de hablar de los jóvenes en Caritas se ha fortalecido a partir de un encuentro previo a la Jornada Mundial de la Juventud, que tuvimos en Brasil en 2013. La región de América Latina y el Caribe ha comenzado a incluir a los jóvenes a distintas instancias de encuentro donde estamos teniendo voz y contribuyendo a los procesos de cambio y planificación de las Caritas. Hay un objetivo trazado para esta Asamblea de acompañar y acercar a los jóvenes profesionales y voluntarios que trabajan en las Caritas. Además, es un gran espacio para intercambiar experiencias con los otros jóvenes que están invitados a participar del encuentro e intercambiar experiencias y modelos de trabajo.
Dentro de la Asamblea, vas a exponer un tema sobre ‘Desigualdades crecientes, desafío para ‘Una sola familia…
Sí, la idea es revisar las luces y las sombras del sistema económico, político y cultural de nuestros pueblos, que pese a los grandes avances sigue teniendo muchísimas injusticias y desafíos. Cómo están los jóvenes “sin-sin”: “Sin educación y Sin empleo”. Vivimos un escenario de injusticia y desigualdad donde, además, muchos jóvenes tampoco tienen derecho a participación y vivienda. Las intervenciones del Estado siguen siendo contradictorias. Si en las periferias de las grandes ciudades existe un aumento de oferta de actividades culturales, el propio Estado a través de la policía, viola el derecho a la vida de centenares de adolescentes y jóvenes. Esta destrucción de la vida y de sus sueños afecta principalmente a los jóvenes de diferentes etnias empobrecidas de Brasil.
En lo personal, ¿qué significa para ti participar de la Asamblea General?
Conocí Caritas cuando tenía 8 años en mi comunidad, una provincia al interior de Minas Gerais, van a ser 15 años desde que fui atendido por un proyecto de Caritas. Hoy estoy en la oficina de la provincia y creo que me ha pasado como una película por mi memoria en estos días, porque creo que para mí es un espacio para decir “Yo soy Caritas”, me gusta y es mi vida. Creo que esta Asamblea va a ser un espacio de celebración de este momento que me da fuerza y alimenta mi corazón para continuar mi trabajo.