Esperanza con Caritas tras escapar del tráfico de personas

A Hope Akioyamen (cuyo nombre en español significa “esperanza”), de 18 años, un amigo de la familia le prometió un brillante futuro a principios de 2014. Ella es de Issua Essa, en Nigeria. Su deseo de viajar y sus sueños de un futuro mejor se originaron debido a la presión ejercida por los miembros de su familia, quienes querían que ella los sacara de la pobreza.

Hope se preparó para irse al extranjero, donde se reuniría con la hija de otra familia. Antes de partir, se le pidió que sacara dos fotos de un lugar que resultó ser el santuario de un doctor local (un sacerdote de vudú). Otras tres chicas, de más o menos su misma edad, estaban en el santuario cuando ella llegó. Les dijeron que debían estar protegidas antes de embarcarse en el viaje, de ahí la visita al santuario.

“Cuando escuché al sacerdote de vudú recitando conjuros y realizándoles cortes en el cuerpo a las otras chicas me asusté muchísimo. Estaba viendo la angustia de las chicas así que escapé”, cuenta Hope.

Cuando llegó a casa ese mismo día, cambió de idea y decidió no marcharse. Le contó a su hermana mayor todo lo que había visto y esta se disgustó mucho con ella por haber desperdiciado el enorme favor que le había hecho alguien que se preocupaba por la familia. Esto hizo que Hope fuera rechazada por su familia y se la calificó como enemiga del progreso.

Después, y debido a esto,  la sacaron de la escuela porque la consideraban una persona vaga y que no estaba dispuesta a trabajar por una vida mejor.

“Viéndome en esta situación, me acordé de la campaña contra el tráfico de personas que, durante la festividad de Santa Bakhita, habían realizado Justicia Desarrollo y Paz / Caritas en la diócesis de Uromi. Fui entonces a ver a un vecino que trabaja allí para ver si me podían ayudar de alguna forma”, explica.

Caritas Nigeria ha estado animando a los párrocos a que lleven a cabo actividades de sensibilización sobre los males y los peligros del tráfico de personas. Esto se hace en 18 diócesis de Nigeria mediante la difusión estratégica de mensajes sobre la prevención, sobre todo durante el día de Santa de Bahkita, que es el Día Internacional de la Iglesia para la Oración y la Sensibilización contra el Tráfico de seres humanos.

Tomando como referencia el informe de 2010 sobre las víctima del tráfico de seres humanos emitido por la Agencia Nacional para la Prohibición del Tráfico de Personas, Edo State está considerado el centro del tráfico humano en Nigeria, con jóvenes que buscan “campos más verdes” en el extranjero.

Según Barr. Onome Oriakhi, directora del programa sobre Tráfico de personas y Migración de Caritas Nigeria: “Muchas veces, algunas de las víctimas prefieren mantener en secreto la identidad de los traficantes por el juramento que afirman haber realizado antes de dejar las costas de Nigeria. Sus traficantes a menudo las asustan diciéndoles que se pondrían muy furiosos si intentaran revelar sus identidades. Por ello, algunas viven con miedo y nosotros tenemos que hacer mucho para proporcionarles apoyo psicológico, lo cual lleva mucho tiempo”, explica.

“La mayoría de las veces, los traficantes son incluso parientes de las víctimas y normalmente es difícil acudir a las fuerzas policiales para que sean procesados, pues las víctimas quieren proteger a sus familias. Tuvimos un caso en el que una mujer joven, víctima del tráfico, se negó a revelar la identidad de su traficante porque decía que su madre también estaba implicada y no quería que su mamá fuera castigada, ya que quería lo mejor para su hija y que por eso le había rogado a su hermano que se le llevara del país. Otra dijo que su hermana le había recordado que otras chicas jóvenes de su edad estaban ganando una buena cantidad de dinero vendiendo sus cuerpos en el extranjero para mantener a sus familias y también le habían dicho que después de unos años ella conseguiría la libertad de su ‘madame’ y también comenzaría su propia red de tráfico de personas”, añade Barr. Onome.

Para ayudar a estas víctimas de una manera holística, Caritas Nigeria colabora y trabaja en red con otros organismos, y también trabaja en estrecha colaboración con el Comité para el Apoyo a la Dignidad de las Mujeres (COSUDOW) sobre la reinserción de las víctimas del tráfico humano en la casa albergue que dirige COSUDOW. Hasta el momento, más de 200 personas han podido reintegrarse gracias a COSUDOW, y Caritas Nigeria le ha proporcionado apoyo técnico. El paquete de reinserción incluye: búsqueda y reunificación de familias, recogida del aeropuerto, asesoramiento, el cual sigue siendo un proceso en transcurso, rehabilitación y apoyo psicológico, desarrollo empresarial, planificación y asistencia en el establecimiento y la gestión de un negocio.

Hope se ha inscrito en cursos para aprender sobre decoración de interiores y peluquería. Espera poder abrir un negocio, un lugar del que algún día pueda decir que es suyo y con el que pueda ganarse la vida.

Caritas Nigeria pretende ofrecer más apoyo a JDCP para empoderar a Hope económicamente y garantizar que disponga de los sistemas de apoyo apropiados para enfrentarse adecuadamente a los desafíos con los que pueda encontrarse. Hope también recibirá formación para poder actuar como agente del cambio, para informar a sus compañeros y abrirles los ojos sobre los peligros del tráfico de seres humanos.

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