Por Samin Koirala, Caritas Nepal
El día del terremoto en Nepal en 2015, Thiramaya Garti Chetri estaba sola, recostada sola en una colchoneta frente a su casa y su hija estaban trabajando en el campo.
Thiramaya tiene 103 años y vive en Thokarpa-7, Sindhupalchowk. Repentinamente, escuchó un ruido muy fuerte. Ella pensó que era un helicóptero volando bajo por encima de su casa – lo cual era inusual. Thiramaya no puede andar por sí sola, necesita que alguien la cargue para ir de un lado a otro. Igual, ella trató de ir cojeando para ver el helicóptero. Fue en ese momento que su casa se vino abajo y se dio cuenta de que acababa de sobrevivir a un terremoto.
A pocos días del terremoto del 25 de abril, Caritas lanzó un llamamiento de emergencia para recaudar 2,6€ millones para ayudar a personas como Thiramaya a hacer frente a las consecuencias del sismo. Lo que la gente necesitaba con urgencia era algún tipo de albergue. Ya fuera porque habían perdido sus casas o estas estaban dañadas, o porque tenían demasiado miedo de dormir dentro en caso de que sus casas se vinieran abajo por otro temblor, la gente desafiaba los elementos y dormía a la intemperie.
Thiramaya tuvo mucha suerte en el terremoto de 2015, que cobró más de 9.000 vidas, pero perdió su casa y muchas de sus pertenencias. Poco después del desastre, Caritas proporcionó colchas, colchones, kits de cocina, pastillas purificadoras de agua y artículos de higiene personal. Asimismo, recibió láminas galvanizadas para construir un albergue temporal.
En noviembre de 2015, Caritas lanzó un programa de 23€ millones para ayudar a los nepaleses a reconstruir sus vidas. El objetivo del programa a lo largo de tres años es hacer todo lo posible para que los nepaleses tengan una vida estable, proporcionándoles albergue, dinero por trabajo, restaurar los suministros de agua segura y las instalaciones de higiene y salubridad. Asimismo, hay un enfoque en seguridad con inversión para fomentar la resiliencia de las comunidades ante futuros desastres y capacitación en asuntos relativos a la protección.
A través de este programa, Thiramaya recibirá una nueva casa antisísmica en donde tendrán acceso a agua potable segura e instalaciones sanitarias.
Thiramaya es una superviviente en muchos aspectos. Ella le sobrevivió a su esposo, que además tenía una esposa más joven que también murió, y a uno de sus hijos. Este no fue su primer terremoto. Recuerda la enorme destrucción provocada por el terremoto de 8,0 grados en Nepal-Bihar, que sacudió Nepal en 1934.
Está muy agradecida por lo que ha recibido de Caritas, pero tiene un deseo: “Si antes de morir pudiera ver la casa reconstruida para mi hija, yo estaría muy contenta y mi alma descansará en paz”.
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