El conflicto ha devastado la región de Kasai en la República Democrática del Congo, dejando tras de sí una compleja crisis humanitaria.
Un paisaje desolado es lo que ahora espera a los supervivientes que retornan a casa: aldeas quemadas, campos despojados de cosechas, epidemias de enfermedades en expansión. Han perdido tres temporadas de siembra.
de personas padecen hambre
niños están sufriendo de desnutrición aguda severa
Sin ayuda, muchas personas vulnerables simplemente no sobrevivirán las penurias a que se enfrentan. «Esta es una emergencia humanitaria verdaderamente desastrosa», dice Jean-Pierre Pokavu de Caritas Congo. «Las necesidades son enormes».
Caritas lanzó un llamamiento de emergencia para ayudar a la población afectada por la guerra y ya está trabajando en la distribución de víveres, suministros esenciales para el hogar y kits de higiene. Las organizaciones Caritas continúan con su apoyo a largo plazo a la región.
El Papa Francisco ha pedido un día de ayuno y oración por la paz para el Congo y Sudán del Sur. La ONU ha clasificado a Kasai con el nivel de emergencia más alto.
Es hora de romper el silencio.