Respuesta de Caritas a dzud en Mongolia

Fotos de Katie Orlinsky

«Nos sentíamos impotentes. No sabíamos qué nos deparaba el futuro. No sabíamos cómo íbamos a vivir», dice Gereltsog, un pastor de la estepa en Mongolia cuyas 500 cabezas de ganado estuvieron en peligro de morir en el invierno de 2016-2017 debido a la nieve profunda y la falta de alimento. «Caritas llegó en el momento justo».

En ese entonces y en 2015-2016, Caritas les suministró ayuda de emergencia a los pastores. El año pasado, Caritas Mongolia llegó a 1.700 familias de pastores, centrándose en aquellas con más de cuatro hijos, personas pobres, ancianos y madres solteras.

«El pasado febrero, recibimos forraje, 50 kilos de harina, 5 litros de aceite de cocina y 10 kilos de arroz», dice Bolor-Erdene, un pastor en la provincia de Uvs. «El forraje que nos dieron nos duró hasta la primavera. Hubiera sido muy difícil sin la ayuda que recibimos de Caritas. Mantuvo con vida a los animales».

Además de forraje y heno para los animales y comida para los pastores, Caritas suministró equipo veterinario y colchas para los animales que las mujeres hicieron en la escuela de corte y confección de Caritas en Ulán-Bator.

Un pozo profundo en Davst, en la provincia de Uvs, proporcionó acceso a agua para animales y personas. «Antes teníamos que ir a recoger agua a 10 km y ahora está a tan solo 1 km de distancia. Uno se pasaba mucho tiempo solo recogiendo agua. Había que ir a recoger agua en motocicleta o a caballo», dice Gombojav, cuya familia se ha beneficiado con el pozo.

«Tras superar el invierno, los animales están exhaustos y débiles. No pueden viajar distancias largas. Necesitamos estar cerca de una fuente de agua para que puedan recuperar la fuerza», dijo.

Los gobernadores de las provincias de Uvs y Bayan-Olgii ya le han pedido a Caritas Mongolia que ayuden a familias en alto riesgo en 2018, ya que una sequía severa y el crudo invierno han creado condiciones para un dzud.

Sin ayuda del gobierno local y de organismos de socorro como Caritas, los pastores se verían obligados a abandonar sus hogares para ir a buscar trabajo a los pueblos y ciudades. «Cuando los pastores nómadas pierden a sus animales se quedan sin ingresos, no pueden amortizar sus préstamos bancarios y se van a la bancarrota. Dejan el campo para ir a la ciudad», dice el P. Pierrot Kasemuana, director de Caritas Mongolia.


En Ulán-Bator, Caritas Mongolia opera un jardín infantil y una escuela de corte y confección para ayudar a familias de pastores que han migrado. Caritas también promueve la alimentación saludable con hortalizas en donde las familias cultivan frutas y verduras.

«Los nómadas no tienen las aptitudes laborales que se requieren en una ciudad.  Sin preparación se enfrentan al desempleo.  Con el desempleo llegan los males sociales como el alcoholismo y un aumento de la delincuencia», dice el P. Pierrot Kasemuana.

«Caritas cuenta con centros que ofrecen capacitación técnica para mujeres, educación para los hijos de familias marginadas, como hijos de madres solteras; y apoyo agrícola con invernaderos y hortalizas familiares en los suburbios para cultivar alimentos saludables», dijo.

Caritas Mongolia quiere involucrarse más en medidas preventivas para salvaguardar a los pastores antes del invierno y está buscando recaudar fondos.