Mientras que muchas agencias humanitarias se están retirando de la ciudad, Caritas Siria ha comenzado un proyecto para los próximos tres años de 4,1 millones de dólares, el cual llegará a 70 000 de los más vulnerables residentes de Alepo, directa e indirectamente.
El objetivo crucial es ayudar a las personas afectadas por el conflicto a reconstruir sus vidas con dignidad y autosuficiencia.
Como dice George Homis, un ingeniero que trabaja con el Padre Ibrahim: “No podemos quedarnos como estamos, tenemos que dar los primeros pasos. La gente de Alepo es muy activa, trabaja duro, es creativa, no es vaga. Ahora que los enfrentamientos han terminado volverá la vida”.
El doloroso proceso de recuperación ha empezado. “Hay una gran diferencia incluso en un año”, dice George Antoine, del equipo de Caritas.
“El mercado ya está abierto y la vida está regresando a Alepo poco a poco”.
Los precios, sin embargo, se han disparado: una familia necesita al menos ocho veces sus ingresos de antes de la guerra para cubrir necesidades básicas, pero el empleo es escaso.
“Caritas Alepo está proporcionando alimentos y apoyo psicológico, así como clases para los niños hasta que entren en la escuela, asistencia médica y ayudas para el alquiler. También suministramos tanques de agua y luego llevamos el agua”, explica George.
Caritas pretende que 800 hogares vuelvan a tener un empleo viable, financiando la recuperación de negocios arruinados y dando a las personas acceso a capacitación práctica y a ofertas de trabajo. Mientras tanto, se está ofreciendo una ayuda especial a las personas ancianas vulnerables. La supervivencia en Alepo es un gran reto, no importa lo mayor que seas.