La información es el poder, en la lucha contra el coronavirus. Una de las principales formas que utiliza Caritas para ayudar a las comunidades a protegerse contra la COVID-19 es asegurándose de que estén armadas con la información adecuada, para ayudarlas a salvar vidas.
Caritas y la Iglesia católica ya tienen una experiencia muy arraigada en la sensibilización, para prevenir la propagación del ébola, en la República Democrática del Congo (RDC) y esto les ha ofrecido una buena base, para afrontar esta pandemia mundial. La enfermedad altamente contagiosa tuvo un brote el año pasado y ha resurgido recientemente en el noreste del país.
Emmanuelle Bofoe, coordinadora del ébola para Caritas Congo, dice:
“Nuestra experiencia con el ébola nos ha ayudado mucho, porque las acciones para detener la propagación de la COVID-19 son semejantes a las que se realizan para detener el ébola, pero con un mayor enfoque en el uso de mascarillas, el confinamiento y el distanciamiento físico, en las relaciones sociales”.
El 25 de junio, se registraron 6.213 casos de la COVID-19 en la RDC, la mayoría de ellos en la capital, Kinshasa, una inmensa urbe de 15 millones de habitantes. Al momento de escribir este artículo, se habían producido 142 muertes.
Uno de los desafíos que enfrenta Caritas Congo, con la pandemia que se extiende en la RDC, es lidiar con personas que tienen ideas distorsionadas sobre el coronavirus y que incluso niegan su existencia.
Parte de la respuesta de Caritas a la COVID-19, en la RDC, es combatir la desinformación y asegurarse de que más de 3 millones de personas en Kinshasa, la capital congolesa, dispongan de información adecuada para protegerse de la COVID-19.
Foto por Caritas Congo Asbl
Caritas está emitiendo anuncios por radio y TV, enviando mensajes de texto informativos a los teléfonos móviles privados y contactando con la gente, en los medios de comunicación social. Están poniendo carteles en las parroquias y en puntos estratégicos de la ciudad, así como distribuyendo folletos.
Caritas está enviando personal y voluntarios a las comunidades, con megáfonos, para que puedan transmitir mensajes de prevención directamente a todos los que escuchen. Llevan gel desinfectante para manos, mascarillas y guantes para distribuir a la población.
Dado que las vidas de los ancianos corren un mayor riesgo de contraer la COVID-19, Caritas se está asegurando de que los mensajes de prevención lleguen a las residencias de ancianos y tengan medios para prevenir la propagación del virus. Caritas también está facilitando raciones diarias de alimentos, con un valor de 2100 calorías, a algunos ancianos para reforzar sus sistemas inmunitarios y ayudarles a mantenerse sanos.
Todas estas iniciativas forman parte de una respuesta más amplia a la COVID-19, no sólo en Kinshasa, sino también en otras partes del vasto país. La respuesta se basa en lo que ya hay en las comunidades y lo que se ha aprendido del ébola.
Foto por Caritas Congo Asbl
“En las ciudades del este, como Goma, Butembo, Bunia, Beni, Bukavu, ya había instalaciones para el lavado de manos, carteles de prevención, etc., que seguirán siendo útiles en la actual pandemia y al mismo tiempo útiles contra el ébola, que puede resurgir en cualquier momento“, dice Emmanuel Bofoe.
Caritas, junto con el Departamento Diocesano de Obras Médicas de Kinshasa (BDOM), también ha donado esta semana un respirador, oxígeno, termómetros de infrarrojos y otros equipos al Centro Hospitalario Kikimi de Kinshasa.
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