Por Leeza, Encargada de Migración y Lucha contra la Trata de Personas, Caritas India
Entre los efectos de la COVID-19 en nuestras sociedades, existe una mayor posibilidad de que las personas vulnerables, especialmente los menores, puedan convertirse en víctimas de la trata, abusos y explotación de seres humanos.
El gobierno impuso el confinamiento de los 1300 millones de habitantes de la India, el pasado 24 de marzo. Según fuentes del Centro Nacional de Monitoreo de la Economía, el 12 de mayo más de 122 millones de personas ya habían perdido su empleo en el país. Un 75% de ellas eran pequeños comerciantes y jornaleros. Y cuando las familias son económicamente inestables, la vulnerabilidad de los menores va en aumento.
Foto de Caritas India.
En un determinado momento, durante el confinamiento en la India, en el curso de 11 días, se denunciaron 92.000 casos de abuso de menores en familia y dentro de las comunidades, a la línea de asistencia telefónica del gobierno.
Entre los casos denunciados, podemos mencionar el de un padre que perdió su trabajo y vendió a su hijo de cuatro meses a una pareja adinerada, sin que la madre del niño lo supiera. Cuando la pareja apareció para llevarse al bebé, la mujer logró salvar a su hijo gracias a la intervención de los vecinos. El hombre era un trabajador asalariado en la construcción y, como no tenía trabajo, no podía alimentar a su familia y vendió al bebé en un gesto de desesperación.
En los últimos meses, también ha habido un aumento de casos de matrimonios forzosos. Las familias casan a sus hijas para tener una boca menos que mantener en casa. Hemos encontrado casos en los que algunos menores de tan sólo 12 años fueron víctimas de la trata de personas, tras un matrimonio forzoso.
En las aldeas, donde no hay acceso a Internet, muchos niños no pudieron seguir las clases en línea y hay un alto riesgo de que aumente el trabajo infantil, una vez que volvamos a la vida normal. Caritas India trabaja para ayudar a los niños vulnerables, apoyando el aprendizaje entre pares, con ayuda psicosocial y diferentes actividades como la pintura, el diseño y la realización de carteles, deportes, etc.
También estamos ayudando a las familias a solicitar subsidios. El Gobierno de la India ha anunciado disposiciones para abordar los problemas de los migrantes que retornan y de la población rural, igualmente afectada por la COVID-19. Caritas India está apoyando a los trabajadores migrantes para que se beneficien de estos subsidios.
Hemos facilitado a 1.465.407 migrantes de todo el país las necesidades básicas: alimentación, mascarillas, alojamiento, equipos de protección personal, etc. Con esta ayuda esperamos contribuir a evitar que ellos o sus hijos sean víctimas de la trata.
La ayuda de Caritas durante la pandemia de COVID-19 ayuda a prevenir el tráfico de niños. Foto de Caritas India
Un aspecto importante de nuestro trabajo es la prevención. Para sensibilizar a la población, también hemos grabado una canción en hindi, sobre los riesgos de la trata de personas y hemos imprimido folletos y octavillas que distribuimos en aldeas y comunidades.
También estamos capacitando a la Policía para que pueda identificar a las víctimas de la trata de personas. No es una tarea fácil, ya que con la COVID-19 están surgiendo otras formas de trata, como los delitos por Internet que involucran a menores. Las víctimas son seleccionadas en línea, las preparan e intentan conseguir encuentros para abusar de ellas.
Durante el confinamiento, es difícil identificar y apoyar a las víctimas de la trata de personas porque todas las partes interesadas tienen que trabajar en colaboración, para hacer frente a un delito atroz como la trata de personas.
Caritas India está trabajando con las comunidades locales, fortaleciendo mecanismos como los comités de protección de los niños en las aldeas, a efectos de prevenir la trata de menores. También estamos trabajando estrechamente con las administraciones locales y líderes de las aldeas para crear una red de seguridad para los menores. Sensibilizamos y formamos a los trabajadores del departamento de transporte – conductores de autobús, conductores de automóviles, tiradores de rickshaw, alfareros de las estaciones de ferrocarril – para que identifiquen a las persona objeto de la trata e informen a las autoridades pertinentes.
Como los gobiernos de muchas partes del mundo se centran ahora en la salud, muchas otras cuestiones, como la trata y la explotación de seres humanos, pasan a un segundo plano. Pero es muy necesario adoptar un enfoque común para combatir eficazmente la trata de personas a nivel nacional e internacional. Es necesario que los gobiernos y la sociedad civil trabajen juntos para marcar la diferencia.