El director de Caritas Filipinas (NASSA) afirma que es necesario contar con una respuesta mundial para abordar las causas de fondo del cambio climático y prevenir los tifones cada vez más potentes que azotan a su país cada año.
Los deslizamientos de tierra y las inundaciones obstaculizaron los esfuerzos de ayuda para llegar a las comunidades más devastadas. Foto de NASSA / Caritas Filipinas
Hablando un mes después de que cuatro tifones letales azotaran Filipinas y a medida que se acerca el aniversario del acuerdo climático de París, el P. Tony Labiao afirma: “Nuestra visión debe llegar más allá de la respuesta de emergencia. Cuando hablamos de prevenir el cambio climático, no podemos hacerlo solos en Filipinas, necesitamos la ayuda de la comunidad mundial. Sólo trabajando juntos, podremos asegurarnos de que las generaciones futuras estén a salvo”.
El tifón Goni, el más violento que haya azotado Filipinas en veinte años, obligó a más de 350.000 personas a abandonar sus hogares y afectó a casi cinco millones de personas, a finales del pasado mes de octubre. En Catanduanes, la isla donde tocó tierra, fuentes informadas afirman que más del 90 por ciento de las infraestructuras quedaron destruidas.
En los doce días siguientes al tifón Goni, Filipinas fue azotada de nuevo, por las tormentas tropicales Atsani y Etau y el tifón Vamco, que afectaron a más de 4 millones de personas.
“Tenemos que abordar la verdadera causa de estas calamidades: el cambio climático, la degradación de nuestras montañas, la tala ilegal, la explotación de canteras y las prácticas agrícolas insostenibles”, señala el P. Labiao. “Esto no es sólo el trabajo del gobierno, sino de la Iglesia y de todos”.
Caritas Filipinas ha adoptado un enfoque multifacético, con el fin de proteger a las comunidades frente a fenómenos climáticos cada vez más agresivos. Las actividades de incidencia para fomentar un cambio, respecto a la minería, las canteras y la tala ilegal, forman una parte clave de su trabajo, con el objetivo de paliar el impacto de las condiciones meteorológicas extremas en el país.
“Todas estas cuestiones tienen una confluencia y están provocando cada vez más deforestación”, dice el P. Labiao. “Tenemos que hacer que nuestras voces se oigan más fuertes, para asegurarnos de que la gente entienda cómo nuestras acciones están impactando en el medio ambiente y afectando a los pobres”.
NASSA / Caritas Filipinas entregó cajas de suministros de medicamentos vitales a las familias que vivían en la devastada Isla Feliz. Foto de NASSA / Caritas Filipinas
Caritas Filipinas trabaja con las comunidades, antes de que los tifones azoten, mediante programas de preparación a las emergencias, que crean sistemas de alerta temprana y garantizan que las comunidades estén coordinadas y reaccionen rápidamente ante posibles catástrofes.
Tras los recientes fenómenos climáticos, los equipos de Caritas en el terreno han estado suministrando cestas de alimentos, kits de higiene, lámparas solares, utensilios de cocina, kits de dormir y agua, a más de 76.000 personas.
Más a largo plazo, Caritas construirá refugios permanentes, ofrecerá apoyo a los medios de sustento y actividades de capacitación.