Hasta 3.000 migrantes luchan por su sobrevivencia en condiciones atroces y temperaturas gélidas, en el norte de Bosnia y Herzegovina. Necesitan desesperadamente un refugio adecuado, ropa de abrigo, alimentos nutritivos y asistencia médica.
A pesar de que las temperaturas, que a menudo desciende bajo cero, varios migrantes de países como Pakistán, Afganistán, Irak, Irán y Siria han estado durmiendo en viejos edificios, vehículos abandonados, en los bosques o en la calle.
“No se trata sólo de distribuir comida, ropa, artículos de higiene y refugio, es una cuestión de dignidad y derechos humanos. Los perros y el ganado reciben mejor trato que estos migrantes en estos momentos”, afirma Dijana Muzička, directora de proyectos de Caritas Bosnia y Herzegovina.
Foto de Caritas Bosnia and Herzegovina
Con mucha frecuencia, se registran dificultades físicas y mentales debido a las malas condiciones y enormes dificultades a las que se enfrentan estos migrantes, como las violaciones de los derechos humanos y la violencia cuando intentan viajar hacia el norte, hacia Europa. Muzička afirma que cuando son rechazados, en las fronteras, los migrantes se sientan muy asustados y vulnerables.
Entre las dolencias físicas que manifiestan, podemos citar la hipotermia por el frío, la sarna y otras infecciones cutáneas, por la falta de saneamiento, así como muchas infecciones en el pecho. Las afecciones mentales van desde el trastorno de estrés postraumático, hasta la ansiedad y el insomnio.
“Sólo es posible lograr condiciones más duraderas y dignas si los migrantes reciben un alojamiento adecuado. Se calcula que Bosnia y Herzegovina acoge a unos 8.000 migrantes en este momento. Proporcionar alojamiento adecuado no es fácil”, afirma Muzička.
Hay varios campamentos en la zona, pero algunos carecen de agua corriente, electricidad y calefactores. Las autoridades locales prefieren que los campamentos estén alejados del centro de la ciudad de Bihać. Además, un devastador incendio arrasó uno de ellos, el campamento de Lipa, dejando a 1.500 migrantes atrapados, sin tener un lugar donde vivir. Muchos de ellos se quedaron en el campamento incendiado y sin comodidades. Otros fueron alojados temporalmente en tiendas militares, con calefactores.
El campamento será reconstruido, pero tardará algún tiempo en ser funcional. “Me alegro de que se estén haciendo los preparativos para mejorar las condiciones del campamento de Lipa. Lo que no me satisface es el hecho de que esto llevará mucho tiempo, entre 3 y 5 meses”, afirma.
Foto de Caritas Bosnia and Herzegovina
“Caritas ha ayudado a más de 60.000 migrantes en Bosnia desde 2018.Tenemos la intención de duplicar nuestros esfuerzos y ayudaremos a los migrantes de Lipa. Caritas ya está planeando apoyar los esfuerzos con alimentos, artículos no alimentarios y para la higiene personal de los migrantes del campamento de Lipa”, señala Muzička.
Caritas también ha estado proporcionando un servicio de lavandería para los migrantes, con el fin de garantizar que tengan ropa, sabanas y mantas limpias y secas.
El coronavirus es también una gran preocupación entre los desplazados, debido a hay muchas personas viviendo juntas y en lugares con poca higiene.
Caritas Bosnia y Herzegovina advierte que la situación es también muy estresante para la población local, una quinta parte de la cual vive en la pobreza. Caritas proporciona a las familias alimentos, leña y vales de subvención para la calefacción, con el fin de ayudarles a afrontar el riguroso invierno.
Apoye nuestro trabajo para ayudar a los migrantes en Bosnia y Herzegovina a mantenerse calientes este invierno