Las organizaciones Caritas de las islas del Caribe se están movilizando para ayudar a la isla de San Vicente, tras la evacuación de 20.000 personas, como consecuencia de la erupción del volcán La Soufrière.
Aunque la población vive fuera de la “zona roja”, alrededor del volcán, la población sigue enfrentándose a sacudidas, nuevas erupciones y la intensa lluvia de ceniza, que está causando problemas respiratorios, poca visibilidad y que es tan pesada que está provocado el derrumbe de tejados.
Foto de Caritas St. Vincent
Las organizaciones Caritas de Santa Lucía, Granada y Dominica, junto con Catholic Relief Services (miembro estadounidense de la confederación Caritas), se han movilizado y están trabajando juntas, con el fin de suministrar artículos como: alimentos, agua, kits de higiene, mascarillas, protectores para la cara, gafas y también experiencia y apoyo en la respuesta de emergencia.
“Esta es la peor catástrofe que se recuerda en la isla”, dice Marcia Haywood, coordinadora regional de Caritas Antillas, con sede en una isla vecina.
“La gente está traumatizada porque no puede volver a sus hogares. Algunas personas no querían irse en primer lugar, porque estaban preocupadas por lo que pudiera ocurrir a sus viviendas. Las nubes de ceniza están afectando a la respiración de las personas, así como a la calidad del aire y la visibilidad en las islas cercanas”.
Caritas está llevando a cabo una nueva evaluación de necesidades entre la población y está enviando a un coordinador de emergencias desde Santa Lucía. Caritas ha movilizado a jóvenes voluntarios de Santa Lucía, que han sido especialmente formados en la respuesta de emergencia.
“Caritas tiene un programa de formación de jóvenes, que les anima a convertirse en auxiliares para la ayuda de emergencia de la primera hora”, dice la Sra. Haywood. “Nuestras islas experimentan huracanes todos los años. Se ha hecho un buen trabajo con el fin de asegurarnos de que nuestras Caritas cuenten con personas con la experiencia necesaria, para hacer frente a las emergencias. Ya sabemos que la temporada de huracanes de este año va a ser peor que la media”.
La Sra. Haywood afirma que la crisis de la COVID-19 se está agravando ahora, con la erupción del volcán, que promete ser una “crisis dentro de la crisis” y, a causa de la proximidad de las personas desplazadas, se teme que aumente el índice de contagio.
La pandemia y la necesidad de cuarentena también complican el movimiento de personas en la isla y el despliegue de personal de ayuda de emergencia. Todas las personas que llegan a San Vicente tienen que aislarse durante 21 días.
La Soufrière llevaba inactivo desde 1979 y la última erupción no causó víctimas. Comenzó a mostrar signos de actividad en diciembre de 2020, antes de las erupciones de abril.