En el verano de 2020, Caritas lanzó un programa de tres años, por valor de 380.000 euro, con el fin de ayudar a los refugiados burundeses del campamento de Mahama. Nuestra labor se centra, entre otras cosas, en ayudar a Kayirangwa y a las mujeres de su grupo a poner en marcha y construir pequeños negocios.
Mahama es un campamento de refugiados en expansión que está ubicado en la Ruanda oriental. Creado en 2015, acoge a más de 50 000 refugiados burundeses que huyen de los disturbios.
Madeleine Rwasa tiene más de 70 años. Huyó de Burundi tras los disturbios provocados en 2015 por la decisión del Presidente Nkurunziza de asumir un tercer mandato. Ella, como otros 50 000 burundeses, vive en el campo de refugiados de Mahama, al este de Ruanda, cerca de la frontera con Tanzania. Madeline Rwasa está sola. ...
Desde el inicio de la crisis de Burundi, en abril de 2015, miles de burundeses abandonaron su país para dirigirse a los países vecinos, incluyendo Ruanda. En este inmenso campamento, Caritas Ruanda decidió poner en marcha un proyecto de emergencia para servir a las personas más vulnerables.
La preocupación crece a medida que los refugiados siguen llegando a Tanzania, Ruanda y la República Democrática del Congo. Mientras, la violencia en Burundi, provocada por una crisis política, no da señales de disminuir.
Caritas Internationalis está preocupada por la escalada de la violencia y el deterioro de los derechos humanos en Burundi.
Unas 30.000 personas han huido de Burundi a Rwanda en las últimas semanas luego del peor estallido de violencia desde el fin de la guerra civil en 2005.
Caritas está ayudando a miles de refugiados que huyen de matanzas clandestinas y violencia política en Burundi, una pequeña nación del África oriental.
El día 11 del pasado abril, Caritas Burundi lanzó un llamamiento de emergencia para la reinserción de doce mil desplazados reagrupados.