Las organizaciones Caritas, sus seguidores y simpatizantes, están invitados a rezar por los niños y adolescentes víctimas de la trata de seres humanos, el próximo 8 de febrero.
Caritas / Alianza ACT están lanzando una llamada de emergencia por valor de 3 millones de USD (2,8 millones de euros), con el fin de reforzar este año su respuesta humanitaria a la región sudanesa de Darfur.
Hay muchas nacionalidades entre las más de 2.000 personas que viven en el campamento 'Jungla 2', cerca del puerto de Calais, en la costa norte francesa.
Entre los que se quedaron en Agok, donde la población ha aumentado recientemente con los nuevos desplazados, tras los combates en otras regiones de Sudán del Sur, la iglesia continúa su presencia pastoral.
En 2015, Caritas recibe a Sudán del Sur como su miembro más reciente. El pequeño país africano obtuvo la independencia en 2011 y su gente está ahora pasando por las alegrías y por las fatigas que conlleva la creación de una nueva nación.
Durante los últimos diez años, la contraparte de Caritas, Ayuda de la Iglesia Noruega (NCA, por sus siglas en inglés) ha estado a la vanguardia operando servicios vitales para los habitantes del campamento.
Hace diez años, comenzó el conflicto en Darfur y todavía hay 1,4 millones de personas viviendo en campamentos de desplazados. Nana Anto-Awuakye, de Caritas Inglaterra y Gales-CAFOD, acaba de regresar de Darfur y comparte con nosotros sus reflexiones sobre la vida de las comunidades desplazadas en Darfur.
El campamento Hassa Hissa en la región de Darfur Central en Sudán alberga a poco más de 60.000 personas. La clínica es un edificio muy importante en el campamento, ya que sus servicios abarcan tanto a las comunidades anfitrionas como a los habitantes de los campamentos.
La contraparte de Caritas, Ayuda de la Iglesia Noruega (NCA), está preocupada por el flujo constante de nuevos refugiados que también están llegando este año - a pie, en burro y en vehículos alquilados. Dicen que este incremento repentino en las cifras ha puesto una fuerte presión en los limitados fondos y recursos.
Uno de los grandes éxitos del increíble programa humanitario de NCA durante los últimos diez años en Darfur es cómo, junto con los habitantes, la organización logró llevar agua al campamento.