Desafortunadamente, más que crear las condiciones para una “globalización del espíritu” para que podamos vivir en un estado de coexistencia pacífica y fraternidad, estamos experimentando cada vez más una “globalización de la indiferencia”.
La ley en Siria establece la edad mínima para casarse a los 17 años para los chicos y a los 16 para las chicas. Sin embargo, a los líderes religiosos les está permitido aprobar matrimonios informales a la edad de 13 años para ellas y de 16 años para ellos.
Líbano acoge a un millón de refugiados sirios, más que cualquier otra nación. Y Bekaa es el hogar de cuatrocientos mil de ellos, más de los que hay en cualquier otro lugar del país.
Los sirios siguen huyendo de la guerra que hay en su país, cruzando la frontera a Líbano y a otros países vecinos. Aunque sea para enfrentarse a una vida de incertidumbre como refugiados; dicen que no tienen elección porque tienen que salvar a sus hijos.
En muchos otros países, demasiados, tanto europeos como no europeos, los menores siguen siendo detenidos por el simple hecho de pedir protección internacional o por estar en el territorio sin autorización.
En el Día Mundial de los Refugiados, Caritas exhorta a las naciones del mundo a que les den a los refugiados sirios un visado humanitario de entrada para ayudar a garantizar su seguridad y bienestar al huir de la guerra en su país.
Un día, mientras yo estaba vendiendo naranjas, en mi ciudad natal, Benin, en Nigeria, una mujer se me acercó y me preguntó lo que hacía. Le dije que ganaba un poco de dinero para poderme pagar la matrícula de un curso de arte.
Aashif* tiene 21 años, no es exactamente un menor inmigrante pero es muy joven para estar enfrentándose a lo que se está enfrentando. Viajó de Bangladesh a Libia, desde donde quería entrar en Italia.
El Cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga invita a todos a que abran sus brazos para recibir a los migrantes del mundo en vez de cerrarles las fronteras.
La Secretaría Católica de Nigeria se ha unido, a través de Cáritas Nigeria y JDPC, a los nigerianos y al mundo en la campaña #BringBackOurGirls que reclama el regreso seguro de las niñas secuestradas en una escuela de Chibok.