Está empezando a surgir un panorama de gran devastación en las Filipinas luego de que un supertifón azotara el viernes. La comunicación sigue siendo difícil, pero el personal local ha podido hablar con algunas de las regiones más afectadas.
Más de 3 millones de personas se encuentran en un radio de 30 millas de la ruta del tifón Haiyan – conocido localmente como Yolanda. Hay un alto nivel de destrucción especialmente en estas áreas. Las comunidades más afectadas no tienen agua, comida o electricidad.
Al menos 9,5 millones de personas en las Filipinas han sido afectadas.
La ciudad de Tacloban experimentó una marejada de casi 4 metros de altura. Familias en asentamientos fueron las peor afectadas por las oleadas provocadas por las tormentas y necesitan ayuda inmediata, de acuerdo con la Iglesia local.
Allí, el aeropuerto está ahora despejado y los suministros están empezando a llegar. Sin embargo, todavía falta llegar a muchas áreas. Los equipos de las Naciones Unidas han descrito el panorama aéreo como algo en la escala del tsunami de 2004 en el océano Índico.
Varias islas han sido afectadas. Se dice que Leyte y Samar han sufrido los mismos daños. Los informes dice que ha habido una ruta de destrucción a lo largo de Leyte, incluyendo la ciudad de Ormoc.
El domingo, un equipo de Caritas Filipinas y Catholic Relief Services (CRS es miembro de Caritas) llegó a Leyte en bote para determinar las necesidades más apremiantes. Por la información sobre la velocidad del viento y la marejada ciclónica, así como debido a los niveles de pobreza, Caritas teme que la escala de destrucción en áreas que todavía no han sido evaluadas sea catastrófica.
De acuerdo con el gobierno, las prioridades inmediatas son agua, higiene y saneamiento, víveres, medicinas, albergue, despejo de escombros, logística y comunicaciones.
El P. Edwin Gariguez, Secretario Ejecutivo de Caritas Filipinas, NASSA, dijo: “Es una gran catástrofe, pero ya está en marcha nuestro plan para emergencias. Estamos muy necesitados”.
El Presidente de Caritas Internationalis, Óscar Rodríguez Maradiaga, hablando desde Tegucigalpa, dijo: “Nuestras oraciones están con el pueblo filipino. Es un pueblo que ha sufrido muchos desastres naturales en el pasado, siempre con gran resiliencia y mucha fe. Puede estar seguro del apoyo de Caritas en todo el mundo”.
El Papa Francisco también oró por las víctimas del tifón después del Ángelus del domingo en la Plaza de San Pedro. Primero hizo un llamado a una oración en silencio y luego a rezar el Ave María con fe. Exhortó a todos los presentes a ayudar a sus hermanos y hermanas en las Filipinas, también mediante la oración.
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