“Las personas que se desplazan deben ser tratadas con dignidad y hay que garantizarles sus derechos. Sólo así podremos construir realmente un futuro con los migrantes y los refugiados”. En la 108ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, Caritas Internationalis reitera su preocupación por los retos cada vez más graves a los que se enfrentan las personas que se desplazan e invita a todos a considerar actualmente la emigración como una oportunidad, para la humanidad, reconociendo la importante contribución que cada migrante y refugiado puede aportar al desarrollo de nuestras sociedades.
“En este día, mantenemos la exhortación del Santo Padre a ‘construir el futuro con los migrantes y refugiados”, afirma el secretario general de Caritas Internationalis, Aloysius John. “Este tema es aún más importante porque hoy, nuestro mundo globalizado tiene más de 100 millones de refugiados y cientos de millones de migrantes dispersos por todo el mundo. Por desgracia, hoy estamos lejos de construir sociedades acogedoras e inclusivas“, añade.
Caritas Internationalis reitera que vivimos en una época marcada por grandes crisis, la pandemia, la crisis ecológica y de la biodiversidad, y los conflictos en torno al acceso a los recursos. Estas crecientes desigualdades y precariedad han obligado a millones de personas a abandonar sus hogares y comunidades. Se ven empujados al camino del exilio, dejando atrás a sus padres, familias y a veces incluso a sus hijos. “A menudo sujetos a la discriminación y a la marginación, las personas que se desplazan no pueden llevar una vida digna, aunque todas las personas que abandonan sus hogares tienen derecho a buscar seguridad, sean quienes sean, vengan de donde vengan y siempre que se vean obligadas a huir“, afirma John.
El secretario general de Caritas Internationalis, Aloysius John.
La Confederación Caritas incluye 162 organizaciones miembro en todo el mundo, que están en primera línea para recibir, apoyar y acompañar a millones de migrantes y refugiados en su situación de desamparo.
En Pakistán, donde las recientes lluvias torrenciales e inundaciones han causado la muerte de más de 1100 personas y el desplazamiento de otros 33 millones, Caritas está trabajando junto con el gobierno para apoyar a las aldeas afectadas y a los desplazados – incluyendo a los refugiados afganos – que carecen de medicamentos, alimentos y agua y cuyos medios de sustento han quedado totalmente destruidos. En Oriente Medio, Caritas Jordania involucra a los refugiados y a las comunidades locales en actividades conjuntas que tienen como objetivo reforzar la coexistencia pacífica y la cohesión social, que apoyan diversos agentes de ayuda humanitaria. En Bangladesh, Caritas permite a los refugiados rohingya llevar una vida digna, con acceso a las necesidades básicas, a la educación y a la sanidad, incluso en los campamentos. En Brasil, Colombia y Ecuador, Caritas acoge a millones de migrantes que huyen de la grave situación de Venezuela. En Gao, Malí, Caritas tiene un centro para acoger a los migrantes en tránsito y les ofrecer información, primera asistencia, apoyo y alojamiento temporal.
“Estos son sólo algunos ejemplos de nuestra misión de asistencia a refugiados y migrantes, garantizando que vivan con seguridad y dignidad, que se respeten sus derechos y ayudándoles a integrarse en los países de acogida”, afirma John.
En el Día Mundial del Migrante y del Refugiado, Caritas Internationalis recuerda que las personas que se desplazan necesitan un trato humano y digno y deben recibir todo el apoyo necesario para acceder a condiciones más seguras. “Las personas que se desplazan tienen derecho a vías de emigración regulares y legales, y ser recibidas con atención y consideración. También hay que garantizarles el acceso a las necesidades básicas, la salud, la educación, los medios de sustento y a oportunidades de ingresos. Si no hay voluntad política para garantizar estos derechos básicos, no podremos ‘construir un futuro’ juntos. Y ‘no dejar a nadie atrás’ seguirá siendo un eslogan vacío“, concluye Aloysius John.