El Cardenal Luis Antonio Tagle, presidente de Caritas, ha recordado la llamada del Papa Francisco a que nos unamos a la “revolución de la ternura”, invitando así a las organizaciones de Caritas a abrir sus propias Puertas Santas de la Misericordia.
El Papa Francisco inaugurará el Año Santo de la Misericordia el 8 de diciembre con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. El jubileo es una invitación a los creyentes para que emprendamos un viaje espiritual de compasión en el que volvamos a descubrir la gracia de Dios mediante obras de misericordia corporales y espirituales.
Valentina Bachynska (R), 21, junior coordinator at the Caritas Kiev Center, playing with Aristarkh, a 2 year old boy. MATTHIEU ALEXANDRE / CARITAS INTERNATIONALIS
En una carta a los obispos, el Papa expresa: “Si [Caritas] proporcionamos alimentos a los niños malnutridos, protegemos a las madres solas, defendemos a las víctimas de la trata de seres humanos, ayudamos a familias campesinas a cultivar sus propios alimentos, defendemos un mundo equitativo, acogemos a los refugiados, ofrecemos lonas a las víctimas de los tifones, o nos aseguramos de que los que mueren a causa del ébola reciban una sepultura digna, entonces estamos aliviando el sufrimiento del cuerpo y proporcionando consuelo al espíritu. Haciendo esto, damos testimonio de que la misericordia es la vía que nos conecta con Dios y con nuestros hermanos”.
El Papa Francisco abrirá la Puerta Santa de la Caridad en un albergue de Caritas Roma el próximo18 de diciembre. Como Obispo de Roma, el Santo Padre preside la caridad en su diócesis y la apertura de la puerta en Caritas resalta el papel esencial de los actos de caridad en el año jubilar.
Hay siete obras de misericordia corporales y espirituales, las cuales son actos de caridad mediante los que respondemos a las necesidades espirituales y corporales de nuestro prójimo.
En la carta que el Papa Francisco envió para anunciar el Año Santo de la Misericordia, el Santo Padre escribe: “La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia. Todo en su acción pastoral debería estar revestido por la ternura con la que se dirige a los creyentes; nada en su anuncio y en su testimonio hacia el mundo puede carecer de misericordia. La credibilidad de la Iglesia pasa a través del camino del amor misericordioso y compasivo”.