El tsunami afectó a comunidades en Sri Lanka
Del 3 al 5 de diciembre, organizaciones Caritas de India, Indonesia, Sri Lanka y Tailandia se unieron a miembros de la Confederación en todo el mundo, a la Iglesia y a otros líderes religiosos en Sri Lanka para recordar a las víctimas del tsunami de 2004 en Asia.
“Han transcurrido diez años desde el tsunami”, dijo Babita Alick de Caritas India. “Y miles de personas siguen viviendo en un torbellino emocional. Al recordar el poder destructivo del tsunami, recordamos a aquellos que perdieron la vida”.
El tsunami golpeó del 26 de diciembre de 2004, dejando un saldo de más de un cuarto de millón de muertos y 1,5 millones sin hogar.
“Era una mañana tranquila, luego de las celebraciones de navidad. El tsunami golpeó nuestras playas con una vehemencia sin precedente”, dijo el Obispo Vianney Fernando, Presidente de Caritas Sri Lanka, durante la sesión inaugural.
Fue un desastre sin precedente, más allá de lo que nadie había experimentado antes.
“Uno estaba muerto, ahogado o su vida había sido devastada”, dijo el Embajador de Estados Unidos ante la Santa Sede y ex-Director de CRS, Ken Hackett, en uno de los discursos principales. “Millones fueron afectados, quedaron sin techo, sin los medios para mantenerse a sí mimos y a sus familias”.
Caritas se unió a los aldeanos de la localidad para rezar por las víctimas del tsunami. Foto: Sebastien Dechamps/SC
El Cardenal Malcolm Ranjith era el nuncio papal en Indonesia durante el tsunami y ayudó a coordinar la respuesta inicial de Caritas.
En su homilía durante la conmemoración, el Cardenal dijo: “El mundo entero se volvió un sólo pueblo, independientemente de fronteras nacionales, color o religión, para mostrar su solidaridad con los cientos de miles de damnificados.
La mayoría en Aceh eran musulmanes, pero Caritas estuvo ahí, sin importar la diferencia, compartiendo lo que tenía”.
En su mayor respuesta de emergencia hasta la fecha, la Confederación Caritas llevó a cabo un programa de recuperación y rehabilitación con un coste de 485 $ millones.
“Las olas del tsunami se llevaron las vidas de tantas personas”, dijo el Secretario General de Caritas Internationalis, Michel Roy. “No obstante, una ola de solidaridad, nunca antes vista en la historia de la humanidad, se extendió sobre el sufrimiento de la gente”.
En los países afectados la Confederación Caritas:
- Le brindó ayuda humanitaria a un millón de personas;
- Construyó más de 12.000 viviendas temporales y casi 33.000 viviendas permanentes para ayudar a la gente a reconstruir sus hogares;
- Puesto que el tsunami arrasó con los medios de sustento de la gente, Caritas restituyó bienes y activos para que pudieran volver a ganarse la vida (botes pesqueros, motores, redes, etc.) e impartió formación vocacional a 55.000 familias en India y Sri Lanka, y a 31.000 personas en Indonesia.
- Brindó apoyo psicosocial a 700.000 personas en Indonesia y Sri Lanka;
- Y en Indonesia llevó a cabo 350 proyectos de infraestructura como escuelas, clínicas, carreteras y mercados.
Señalando la rapidez con que recibió un documento de 13 páginas fechado 30 de diciembre y titulado “Respuesta conjunta de Caritas India y CRS India a la emergencia del tsunami en India”, el Embajador Hackett exhortó a la Confederación a concentrarse en preparar a las comunidades en riesgo para futuros desastres.
“Viendo hacia el futuro, debemos seguirnos preguntando si estamos preparados para la próxima emergencia. ¿Qué tan arraigados y movilizados estamos en los lugares de alto riesgo?” dijo, enfatizando también la importancia de la justicia social en el área humanitaria.
Tan sólo una de cada diez personas expuestas a los peligros naturales vive en países pobres, pero en total representan más de la mitad del total de muertos. La pobreza equivale a vulnerabilidad. El público escuchó que los gobiernos y las empresas se rehúsan a combatir el cambio climático, el problema empeorará.
Durante los eventos conmemorativos, delegados de Caritas visitaron comunidades afectadas por el tsunami en la costa de Sri Lanka.
Caritas conmemora el 10º aniversario del tsunami en Asia participando en celebraciones religiosas. Sebastien Dechamps/SC
“Muchos de nuestros hermanos perdieron sus hogares y Caritas vino y los ayudó a reconstruir sus vidas”, dijo un monje budista en una aldea en las afuera de Galle. “Estamos agradecidos con todas las naciones que acudieron en nuestra ayuda en nuestro momento de tinieblas”.
Delegados de Caritas se unieron a las comunidades locales en oración por aquellos que perdieron la vida y para pedirle orientación a Dios para reconstruir después del tsunami.
“Emergió lo más noble y puro del espíritu humano”, dijo el Obispo Vianney Fernando de Caritas Sri Lanka. “Nuestros corazones, adoloridos por las víctimas, están ahora llenos de gozo porque los supervivientes y sus seres queridos pueden vivir con esperanza, como parte de una familia humana”.