“Agradezco sinceramente a las numerosas personas que han mostrado su solidaridad. Les animamos a seguir apoyándonos. La fase de reconstrucción durará meses o incluso años”, afirma S. Em.ª Cristóbal cardenal López Romero, Arzobispo de Rabat y presidente de Caritas Marruecos, en una entrevista concedida a Caritas Internationalis (pinchen aquí para ver la entrevista completa). El cardenal expresó también su cercanía a la población de Libia, devastada por las extensas inundaciones y el colapso de dos presas, que se produjeron sólo unas horas después de que el terremoto sacudiera Marruecos. “Pedimos a todos que también sean solidarios con nuestros hermanos y hermanas de Libia. La Iglesia allí es aún más pequeña que la nuestra, pero se hará todo lo posible para colaborar en la ayuda a las personas que han sufrido esta inundación”.
S. Em.ª Cristóbal cardenal López Romero, Arzobispo de Rabat y presidente de Caritas Marruecos.
En cuanto a la respuesta humanitaria en Marruecos, el cardenal destaca la dispersión de la población necesitada de ayuda. “Son poblaciones pequeñas, pero muchas, y en una vasta extensión de territorio, en zonas de altiplano, a las que ya era difícil llegar antes y a las que ahora, con la destrucción de las carreteras y las dificultades añadidas por el propio terremoto, es aún más difícil llegar”, afirma Su Eminencia.
A pesar de las dificultades, Caritas Marruecos sigue ofreciendo ayuda a la población de la ciudad de Amizmiz, una de las zonas más afectadas por el seísmo, y a algunos pueblos de la zona montañosa circundante. Se está ofreciendo a la población artículos de primera necesidad, como generadores, alimentos, agua potable, ropa y medicamentos. También se está intentando conseguir tiendas de campaña duraderas, ya que las que utiliza ahora la población no son capaces de proteger a la gente del frío de la noche, ni de resistir largos periodos de tiempo. Entre las principales prioridades no sólo está cubrir las necesidades materiales, como explica el cardenal López Romero: “Sobre todo, creo que necesitarán que la gente venga a apoyarles, porque psicológica y espiritualmente están muy afectados.”
Otro punto muerto es la necesidad de coordinar la ayuda sobre el terreno. “Por un lado, está el Gobierno, el Estado marroquí, que ha ofrecido el ejército, empresas como la de fosfatos, camiones de transporte, ambulancias, etc. Y por otro lado, están las fuerzas de los países que han podido contribuir a la respuesta”, dice el cardenal.
El cardenal, presidente de Caritas Marruecos, añadió que Caritas está dialogando con el Gobierno y las partes implicadas. “Hay un torrente de solidaridad y compromiso. Muchas organizaciones de la sociedad civil y el Gobierno están haciendo todo lo posible para ayudar a estas personas afectadas. Así que nosotros también pertenecemos a la comunidad mundial y tenemos que formar parte de este conjunto, que debe coordinarse”, afirma.
Las personas que quieran apoyar la labor de Caritas para ayudar a los damnificados por el terremoto de Marruecos pueden colaborar con un donativo, haciendo clic aquí: https://www.caritas.org/earthquake-morocco-2/