“Porque todas las criaturas están conectadas, cada una debe ser valorada con afecto y admiración”
La industrialización, el consumo masivo y la transformación de la agricultura han llevado al mundo vivo a un punto de crisis. Hemos causado una extinción masiva en curso, desde mamíferos hasta plantas y bacterias diminutas. Es urgente cambiar de rumbo, salvaguardar los ecosistemas salvajes que quedan y revivir los que están degradados. Son la base de nuestra supervivencia y nuestro bienestar.
LA SUBIDA DEL NIVEL DEL MAR ALTERA DRÁSTICAMENTE LA VIDA INSULAR DE MILES DE PERSONAS EN LA REGIÓN DEL PACÍFICO
Con el aumento del nivel del mar, que erosiona las costas, hay comunidades enteras del Pacífico que están perdiendo sus hogares, medios de sustento, tradiciones e incluso el sentido de su propia identidad cultural. Caritas desea amplificar las voces de las comunidades de Oceanía cuyas vidas han cambiado drásticamente debido a las repercusiones del cambio climático en su región.
Ursula Rachova, una mujer de las islas Carteret, en Papúa Nueva Guinea, teme perder la tierra que ha pasado de generación en generación a través de las mujeres de su familia. Cree que algún día no podrá dejar esta tierra a su propia hija, como consecuencia de la subida del nivel del mar: “Esta es una isla que nos pertenece y sabemos que la estamos perdiendo”. La Sra. Rachova dijo que aunque su hogar isleño esté desapareciendo, seguirá siendo “dueña del arrecife” y lo visitará para pescar aunque tenga que mudarse.
En las islas Fiyi, sólo en la isla de Banueale, tres aldeas han tenido que ser reubicadas debido a la subida del nivel del mar. El director de Caritas Fiyi, Sirino Rakabi, recuerda las penurias de la comunidad de Lindon Law, que se vio obligada a trasladarse dos kilómetros tierra adentro hace siete años.
“Desde 1952 los ancianos del pueblo habían empezado a ver los cambios en cuanto a la subida del nivel del mar. En 2014 les avisaron de que podían reubicarse. Tardaron varios años. No les fue fácil reubicarse porque es el lugar donde nacieron. Allí está el cementerio de sus antepasados. Para ellos, el cordón umbilical se entierra en la tierra donde nacieron, algo muy significativo en su cultura”, explica Rakabi.
Otra complicación derivada de la amenaza del aumento del nivel del mar es la falta de documentación escrita sobre la propiedad de la tierra. En consecuencia, los habitantes de la comunidad Naver Solomon, descendientes de esclavos a los que la iglesia anglicana local ofreció tierras a principios del siglo XX para establecerse, podrían perder su hogar en Fiyi, tras la compra de las tierras por parte del gobierno de Kiribati.
Según Caritas Fiyi, la compra de tierras en un país vecino por parte del gobierno de Kiribati tiene por objeto mitigar el riesgo de desplazamiento de sus ciudadanos. Como las costas siguen reduciéndose debido a la subida del nivel del mar, el propio país acabará desapareciendo con el tiempo. La pérdida de todo el país -y no sólo de las comunidades insulares más pequeñas- es un temor que sienten muchos kiribatíes. “Lo único que quiero es salvar Kiribati. No se trata sólo de estar vivo y tener un lugar donde estar. No, se trata de un país y de un pueblo, denominado kiribatiano. Seguiremos luchando hasta el último respiro”, clama una mujer de la nación de las Islas del Pacífico.
¿Qué tiene que cambiar?
Con acciones inmediatas para conservar y restaurar los ecosistemas podemos revertir el daño a la naturaleza. Debemos proteger y restaurar los hábitats terrestres y marinos. Hay que fortalecer
los derechos territoriales de los pueblos locales e indígenas, que tienen un saber profundo y diverso sobre el uso prudente de recursos naturales.
Debemos cambiar cómo producimos y
consumimos alimentos. Las prácticas agrícolas restaurativas pueden darle un refugio a la naturaleza y a la vez ayudar a enfrentar el cambio climático. Comer menos carne y productos lácteos y reducir el desperdicio de alimentos
reduce la presión sobre los ecosistemas. Abordar la crisis climática también evitará una mayor pérdida de biodiversidad.
Tomemos acción
Laudato si’ nos desafía a tener una nueva reverencia ante la vida (207). Nuestra falta de reverencia ha llevado a una crisis ecológica. ¿Cómo podemos redimir nuestra relación con la creación?
Laudato si’ (92) afirma que todo ensañamiento con cualquier criatura es contrario a la dignidad humana.
Resolvamos poner fin a la crueldad con los animales,
especialmente en la industria ganadera.
¿Qué podemos hacer para revertir la destrucción de los ecosistemas naturales? ¿Cómo podemos influenciar a los tomadores de decisiones para que prioricen esto?
Nuestra casa común
Una guía para el cuidado de
nuestro planeta vivo
Una iniciativa conjunta de la Santa Sede y el Instituto de Ambiente de Estocolmo.
Juntos
Descubra más sobre “Juntos“, la campaña mundial de Caritas Internationalis, que se empeña en fomentar la colaboración y comprometer a las comunidades a afrontar los retos sociales y de ayuda humanitaria, en todo el mundo.