Las emergencias de la carestía no son inevitables en el Sahel, según Caritas. La región y la comunidad internacional deben demostrar mayor voluntad política, para abordar los problemas.
“Las continuas crisis de alimentos son esencialmente un problema político, que se ve evidentemente empeorado por la sequía y difíciles condiciones naturales”, dice el P. Ambroise Tine, Secretario General de Caritas Senegal.
La región del Sahel podría tener que hacer frente a una devastadora carestía este año. Millones de personas corren el riesgo de la hambruna o la desnutrición, en la zona occidental de África, sobre todo en Níger, Chad, el norte de Burkina Faso y el norte de Nigeria. Según los expertos, la futura emergencia podría ser especialmente seria, sobre todo a causa de la malas cosechas y las inundaciones, que se registraron el año pasado.
“Los gobiernos de los países del Sahel no hacen lo suficiente para vencer el problema, sobre todo, por la falta de suministro de agua y la especulación de precios en los mercados. Mientras la competencia con las grandes subvenciones a la agricultura de los países desarrollados, sólo hace empeorar nuestros problemas”, dice el P. Tine.
A finales de enero, el Gobierno de Níger dijo que 2,7millones de personas necesitarán ayuda alimentaria de emergencia. Tres veces más que los años precedentes.
“Estamos comprobando los precios de los mercados locales, para hacernos una idea del alcance de la crisis y tememos la explosión de los precios, en los próximos meses. Y eso sucederá mucho antes que otros años”, dice el Obispo Paul Ouedraogo, Presidente de Caritas Burkina Faso.
“En algunas regiones, la gente ya está sufriendo la carestía antes de la próxima cosecha. Y todavía es pronto”, añade el Prelado
Caritas está preparando operaciones de ayuda para los más vulnerables. Primero, se distribuirá trigo gratis. Luego se vendarán alimentos a precios reducidos. Caritas se centrará también en medidas de prevención, ayudando a los agricultores a incrementar la producción, suministrando mejores instrumentos, simientes de alta calidad y fertilizantes. Caritas trabajará también en el suministro de agua. Este es un problema fundamental en estas regiones, frecuentemente azotadas por la sequía. También se construirán stocks de trigo para futuras emergencias.
“Sólo Mali podría dar de comer a toda la región del Sahel, si los gobiernos aplicaran políticas agrícolas satisfactorias. Los estados deben invertir en un mejor suministro de agua usando, por ejemplo, el río Níger, en Níger y Mali”, señala el P. Tine.
Caritas cree que los agricultores podrían mejorar sus cosechas, con una mejor gestión pública de los recursos. Eso permitiría a los agricultores invertir ellos mismos en la modernización. Y ellos podrían romper de una vez el círculo vicioso de la pobreza y las cosechas insuficientes.
La realidad es bien diferente. Para poder sobrevivir, cada vez un mayor número de agricultores debe vender su pequeño terreno a empresas agrícolas multinacionales.
Mientras se espera que las autoridades nacionales e internacionales se decidan a adoptar medidas ante esta situación, las diferentes Caritas de la región del Sahel se reunirán en Ouagadougou, del 23-25 de febrero, con el fin de decidir la manera de abordar la emergencia de la hambruna.
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