Por el Obispo José Luis Azuaje, presidente de Cáritas Latinoamérica, Congreso regional latinoamericano de Cáritas. Guarne, Colombia
Latinoamérica es el continente que mayor desigualdad presenta en todo el mundo, un continente en el que la división entre ricos y pobres es enorme. Cáritas trabaja en todos los frentes para ayudar a combatir el terrible escándalo de la pobreza en la que viven millones de personas.
Cáritas Latinoamérica y el Caribe asegura de muchas formas que la riqueza que se acumula en manos de unos pocos sea compartida. Apoyamos a las mujeres de modo que sean empoderadas para ayudar a sus comunidades, a sus familias y a sí mismas, tenemos una potente voz en la defensa de los derechos humanos, la cual denuncia las injusticias que afligen a nuestro continente.
Diferentes personas de las 22 organizaciones de Cáritas Latinoamérica y el Caribe se reúnen cada cuatro años, es por esto por lo que estamos aquí, en Colombia, esta semana. Elegimos al presidente de la región y al coordinador regional. También planeamos el camino que tenemos por delante: ¿cómo podemos trabajar juntos de una mejor forma, cómo podemos vivir mejor nuestra fe y ser la verdadera expresión de una iglesia que sirve a los pobres por encima de todas las cosas, que está llena de compasión y que ofrece un camino repleto de alegría y esperanza?
Los participantes del congreso regional de Caritas América Latina en Guarne, Colombia. Foto de Latinoamérica y El Caribe de Caritas
Nuestra reunión tiene sus raíces espirituales en la encíclica del papa Francisco, Evangelii Gaudium. Junto al santo padre, soñamos con “una ‘opción misionera’ capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se conviertan en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la auto preservación” (Evangelii Gaudium 27).
Nuestro continente se está enfrentando a muchos desafíos a los cuales debemos responder. La crisis económica está haciendo que la diferencia entre ricos y pobres sea incluso mayor. ¿Cómo podemos crear otro modelo económico que esté basado en la solidaridad más que en la competición?
Como muchos otros lugares del mundo, nuestro continente está sufriendo un alto nivel de desempleo. Incluso cuando las personas tienen trabajo, a menudo no tienen seguridad laboral ni social. Hay también una brecha digital en amento, pues mucha gente no dispone de acceso a ordenadores o a internet y no poseen las competencias necesarias para beneficiarse del mundo digital.
Muchos países, especialmente de Centroamérica, se enfrentan a la creciente violencia y prevalencia de bandas y traficantes de drogas que quiebran la estructura social. La inestabilidad ha traído consigo un terrible sufrimiento y ha obligado a muchas personas, a menudo niños, a huir.
La corrupción está aumentando. Existe también un debilitamiento de las ideologías que normalmente inspiraban a los partidos políticos. Las cosas se improvisan más y los partidos se aprovechan de la ola de populismo.
La pregunta es, ¿cómo podemos promover los valores y respetar la dignidad humana en tal ambiente?
Las organizaciones de Cáritas en Latinoamérica estamos firmemente basadas en la fe y estamos estrechamente interconectadas en nuestro trabajo y en nuestra visión de un futuro mejor para todos. Trabajamos como un solo cuerpo para responder a las necesidades de las personas y nos apoyamos unas a otras en esta labor.
Valoramos y promovemos las culturas de las personas cuando trabajamos en las comunidades. Las ayudamos a que identifiquen sus puntos fuertes y trabajamos con dichos puntos. Ayudamos a las comunidades a reconocer oportunidades para el desarrollo y les proporcionamos aquello que necesiten para hacer que esto ocurra.
En nuestro trabajo hay una fuerte espiritualidad y nuestro personal de Cáritas en los países de Latinoamérica trabaja con gran alegría y convicción. Vemos que las personas y las comunidades tienen la capacidad para transformarse a sí mismas cuando se les demuestra amor y cuando les ofrecemos nuestro compromiso para la creación de una vida más digna, un mayor acceso a la justicia y la atención al bien común.
Cáritas no puede serlo todo pero con el corazón de la solidaridad, cuyo latido es tan fuerte en Latinoamérica, podemos ayudar a las personas a que sean algo.
Lea la declaración oficial del Congreso regional latinoamericano de Cáritas en Guarne, Colombia