COERR, la Oficina Católica para Ayuda de Emergencia y Refugiados, trabaja en los campamentos de refugiados en la frontera entre Tailandia y Myanmar. Más de 120.000 personas de Myanmar viven en los campamentos. COERR, una rama de Caritas Tailandia, trabaja con niños vulnerables que han realizado el viaje solos.
Los niños de Myanmar emigran sin sus padres a los campamentos en las junglas montañosas de Tailandia para poder asistir a la escuela.
Décadas de guerra y abandono en Myanmar del este han dejado al pueblo karen sin acceso a escuelas y hospitales.
COERR tiene más de 360 empleados de la comunidad en nueve campamentos. Estos se centran en la protección a niños vulnerables separados de sus padres.
El trabajador comunitario Aung* visita a Eh Wah* una vez al mes para asegurar que su educación proceda de forma satisfactoria y que todo esté bien en la casa de su tía.
A Paw-Paw* su tío la golpeaba, pero gracias a las visitas de la encargada de su caso en COERR, Mae, el abuso físico se ha terminado.
Los niños que viven solos en el campamento padecen hambre, pobreza y tienen más posibilidades de ser víctimas de abusos. El mecanismo de visitas a domicilio de protección de COERR ayuda a mantenerlos seguros.
Las adolescentes viven en internados para poder ir a la escuela y reciben asesoría sobre cómo protegerse evitando situaciones peligrosas.
Los niños toman parte en el programa de habilidades agrícolas para complementar sus ingresos y adquirir habilidades para toda la vida.
*Los nombres de los refugiados han sido cambiados. Fotos: Patrick Nicholson/Caritas
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