Caritas ya está distribuyendo ayuda a la población de Tonga, una isla del Pacífico Sur que fue azotada el sábado 15 de enero por un tsunami, con olas de hasta 15 metros. El tsunami fue provocado por la erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Haʻapai, estimada como la más violenta del planeta en los últimos 30 años.
Se están distribuyendo algunos suministros de emergencia -como dispositivos de purificación de agua, bidones, kits de higiene, cubos y grifos- que ya estaban almacenados en Tonga. También se ha autorizado la llegada y distribución de otros 1000 aparatos de purificación de agua y 1000 botiquines de primeros auxilios.
Casi el 80% de la población de Tonga se ha visto afectada por la catástrofe: por un lado, debido a las inundaciones provocadas por el tsunami; por otro, a causa de la contaminación del agua potable, que entró en contacto con las cenizas del volcán.
“Muchas comunidades se quedarán sin agua potable. Normalmente, Tonga ya tiene problemas para abastecerse de agua potable, porque depende de las aguas subterráneas, así que esto pondrá a las comunidades en una situación realmente difícil”, señala Damaris Pfendt, coordinadora de Ayuda Humanitaria de Caritas Australia para el Pacífico.
Unas 100 viviendas han registrado daños y 50 han sido destruidas en la isla principal de Tongatapu. Las casas de la isla de Mango quedaron completamente destruidas. En la isla de Fonoifua, sólo sobrevivieron dos casas, mientras que la isla de Nomuka también registró numerosos daños. Las islas Ha’pai, en el centro del archipiélago, están totalmente cubiertas de ceniza. Las carreteras y los puentes también han sufrido graves desperfectos. Hasta el momento se ha informado de tres víctimas.
Las operaciones de rescate se han visto dificultadas por el hecho de que el aeropuerto, que no ha sido alcanzado directamente por el tsunami, está cubierto por un espeso manto de ceniza y ha quedado inaccesible. Por otra parte, las comunicaciones han quedado interrumpidas a causa de la ruptura de los cables entre Tonga y Fiyi. Las comunicaciones entre las dos islas se restablecerán en quince días, que es el tiempo que se tardará en reparar la línea. Caritas ya ha dispuesto el envío de teléfonos vía satélite para restablecer el contacto con Tonga. También escasean los alimentos y el combustible, ya que la isla depende de las importaciones para ambos. También hay una necesidad urgente de refugios para la población, incluyendo a los evacuados de las islas periféricas.
Durante la audiencia general del miércoles, el papa Francisco expresó su cercanía con la población de las islas del Pacífico: “Mi pensamiento está con las poblaciones de las islas de Tonga que en los últimos días se han visto afectadas por la erupción de un volcán submarino, que ha causado considerables daños materiales. Estoy espiritualmente cerca de todos los que están sufriendo, e imploro a Dios ayuda en su sufrimiento. Invito a todos a unirse a mí en la oración por estos hermanos nuestros”.
Caritas Internationalis está captando fondos para ayudar a Tonga. ¡Gracias por apoyar nuestro trabajo! https://www.caritas.org/emergency-appeal-for-tonga-hit-by-volcanic-eruption-and-tsunami/