Tras casi una década de violencia y disturbios intercomunitarios, con 4,8 millones de personas en situación de inseguridad alimentaria debido a los efectos de la persistente sequía, Mali se enfrenta a una crisis humanitaria sin precedentes. Desde 2012, la ausencia de una administración, así como de acceso a servicios sociales básicos, junto con los desplazamientos de la población, han creado un clima generalizado de miedo e inseguridad, sobre todo ante la temporada de carestía de este año (entre junio y agosto), en la que se teme que 1,8 millones de personas sufran una grave inseguridad alimentaria.
Caritas Internationalis ha lanzado una llamada de emergencia, en nombre de Caritas Mali, con el fin de capacitar a los productores agrícolas vulnerables para fomentar la seguridad alimentaria, durante esta época de escasez (el periodo entre la siembra y la cosecha), en la que las oportunidades de trabajo son escasas. Caritas Mali, que trabaja por el desarrollo integral de la persona humana, no tiene intención de quedarse al margen de esta crisis humanitaria inminente. Caritas lanza una llamada a sus organizaciones miembro y a otros colaboradores solidarios, para que acudan a ayudar de las personas y familias vulnerables, que viven actualmente en las diócesis de Bamako, Sikasso y Mopti.
El programa de Caritas Mali tiene como objetivo apoyar a 2.550 hogares (24.225 personas) mediante pagos incondicionales en efectivo, durante un periodo de dos meses. Este proyecto contribuye al programa de ayuda de emergencia del Gobierno de Mali, así como al programa de desarrollo social y económico comunal (PDSEC). Mediante las transferencias de efectivo, Caritas puede ayudar a los agricultores a comprar alimentos y cultivos para cosechar esta temporada, con la esperanza de evitar el riesgo de una hambruna generalizada en el país.
Tras el fracaso de tres temporadas de lluvias consecutivas, en África oriental y en otros lugares del continente, el reloj sigue corriendo y Caritas pide a los líderes – a nivel nacional e internacional – que adopten las medidas necesarias con el fin de movilizar recursos para la población de Malí, que necesita desesperadamente ayuda humanitaria. La comunidad mundial debe colaborar para hacer frente al flagelo de la sequía y la hambruna que afecta a unos 6,3 millones de personas.
Según la OCHA, más del 90% de la población rural de Mali vive en zonas de conflicto y teme que la violencia se extienda a sus comunidades. Además de abordar los problemas de seguridad alimentaria, Caritas Mali está trabajando en programas de construcción de paz y cohesión social, animando a los líderes y a las comunidades a trabajar juntos para restablecer la paz, la armonía y la estabilidad entre la población local, los migrantes, los refugiados y las personas que se desplazan en Bamako, Sikasso y Mopti.
El presupuesto total de la llamada de emergencia de Caritas asciende a 263.458.125 FCFA / 401.639 euros por una duración total de 5 meses (junio-octubre de 2022). Por favor, haga clic en el siguiente enlace, si quiere apoyar la llamada de emergencia de Caritas Mali, para proporcionar apoyo y asistencia que salvarán vidas, especialmente durante este período, en el que los riesgos de inseguridad alimentaria son extremadamente altos y peligrosos para la población.
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