Con las sequías generalizadas que afectan a los países del Sahel y el Cuerno de África, Caritas Yibuti ha aumentado sus esfuerzos para luchar contra el hambre y preservar la dignidad humana, a través de la formación y varios proyectos de incidencia, en materia de desarrollo sostenible. Desde finales de 2019, Caritas Yibuti ha realizado varios talleres sobre “permacultura”, que adopta prácticas de gestión de la tierra que apoyan el crecimiento de ecosistemas naturales, de forma autosuficiente y sostenible.
En el marco de la campaña mundial Juntos de Caritas Internationalis, lanzada en diciembre de 2021, Caritas Yibuti apoya el proyecto “Juntos, luchamos contra el hambre” de Caritas MONA. Gracias al mismo, se han formado con éxito a 10 comunidades, de varias aldeas, en permacultura, en la Ciudad de Yibuti y zonas agrícolas de sus alrededores, habitadas por comunidades vulnerables, que recibieron formación en habilidades agrícolas prácticas. Asimismo, se sensibilizó a personas influyentes de la región sobre los problemas de la sequía y se promovieron formas de colaboración para encontrar soluciones sostenibles a los problemas locales.
Los asociados que participaron en estos talleres de formación son variados y se agrupan principalmente en torno al Ministerio de Agricultura de la República de Yibuti, la Office National de l’Eau et de l’Assainissement de Yibuti (ONEAD), la Diócesis de Yibuti, Caritas MONA y Caritas Internationalis. Entre los participantes había campesinos/as de diversas partes del país, como: Ciudad de Yibuti, Douda, Dikhil, Bankoualé, Douloul, Kalaf, Damerjog, Ambouli, Dorra o Agna Hanlé.
La primera jornada concluyó con una sucesión de ponencias, cada una de ellas seguida de una sesión de preguntas y respuestas, en la que cada presentación alimentó el conocimiento y la reflexión de los participantes, despertando en ellos nuevas cuestiones y animándoles a integrar o reconsiderar ciertas prácticas tradicionales. Las presentaciones se complementaron entre sí y, a través de este conjunto de aportaciones teóricas, se introdujo también la segunda sesión de formación, centrada en aspectos más prácticos.
Refiriéndose a la encíclica del papa Francisco, Laudato si’ (2015), dedicada al cuidado de las personas y a la atención de la creación, en nuestra casa común, el Obispo de Yibuti y Presidente de Caritas Yibuti, S. Exc. Mons. Giorgio Bertin, habló con los asociados y participantes diciendo que la degradación del medio ambiente debido a las prácticas agrícolas insostenibles está dañando la naturaleza y afectando negativamente a las comunidades locales. Dijo que el saqueo, el agotamiento de la tierra, el enriquecimiento personal y la industrialización excesiva conducen a la incapacidad de la tierra para regenerarse.
El segundo día de formación tuvo lugar sobre el terreno, en la localidad de Douda, a las afueras de la Ciudad de Yibuti, en la carretera de Somalilandia. El objetivo de esta segunda parte era aprender una serie de prácticas concretas sobre el terreno, que pudieran asimilarse y ser compartidas una vez de vuelta en las respectivas comunidades.
Aunque esta sesión de formación se centró en el aspecto de sensibilización, también se animó a los agricultores locales a apropiarse de la mejora de su trabajo, a través de la permacultura, haciendo suyas las técnicas y los conocimientos, y teniendo el orgullo y la confianza de ponerlos en práctica y compartirlos con los demás. Algunos de los participantes expresaron el deseo de crear una red, aunque fuera informal, entre agricultores y ganaderos, con el objetivo de ayudarse y animarse mutuamente, compartir buenas prácticas y enriquecer el pensamiento y la práctica de cada uno.
Caritas Yibuti también lleva a cabo proyectos de construcción de pozos y depósitos de agua subterráneos, en zonas desérticas, dirigidos a las comunidades afectadas por la sequía. Por otra parte, organiza sesiones de sensibilización sobre la correcta gestión de los recursos hídricos, para evitar el despilfarro o la contaminación.
En general, estos proyectos tienen como objetivo ayudar a los agricultores a acceder a sus tierras y capacitarlos para cultivar productos libres de sustancias químicas, mediante la utilización de recursos naturales y la adopción de técnicas agrícolas, en el espíritu de la ecología integral, como indica el papa Francisco, en Laudato si’. El impacto de estos proyectos implementados con y para las comunidades vulnerables es manifiesto, ya que los agricultores pueden producir y vender productos libres de sustancias químicas, especialmente frutas y verduras.