A causa del conflicto que estalló en Sudán, el pasado mes de abril, numerosas personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y aldeas en busca de seguridad. Era una cuestión de supervivencia para las familias que se desplazaron a otras partes del país e incluso fuera, incluido el Chad. En su huida, muchas personas no tuvieron acceso a las necesidades básicas, como un refugio adecuado, medicamentos y servicios de salud, alimentos o agua, mientras se encontraban en el desierto. Hasta la fecha, más de 3,9 millones de personas se han desplazado tras la escalada entre las Fuerzas Armadas sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido a principios de este año.
Ante el creciente número de refugiados y retornados que huyen de Sudán al Chad, Mons. Nicolas Nadji Bab y otros funcionarios de Caritas se reunieron con hombres, mujeres y niños vulnerables en centros de acogida temporal en la frontera entre ambos países, en junio. En respuesta, Caritas Chad pudo proporcionar alimentos a más de 1000 hogares (unas 4500 personas), así como otros artículos como mantas, lonas de plástico, mosquiteros, jabón, cloro para la desinfección del agua y bidones a más de 400 hogares.
Catholic Relief Services (CRS) distribuye ayuda humanitaria a los refugiados sudaneses en Chad.
Tras la visita ad limina de los obispos de Chad a Roma, el pasado mes de septiembre, Mons. Nicolas Nadji Bab, presidente de Caritas Chad, puso de relieve la desesperada necesidad de apoyo humanitario de la población de Chad, en particular en los ámbitos de la salud y la seguridad alimentaria. “No tienen acceso a las estructuras básicas que brinden atención médica. Varias diócesis tienen centros de salud y hospitales, y esto nos permite apoyar realmente a las personas necesitadas”, dijo. “También trabajamos en el área de la seguridad alimentaria porque nuestra gente pasa hambre y, gracias a algunos asociados, estamos ayudando a consolidar la seguridad alimentaria”.
Ante los constantes enfrentamientos intercomunitarios en Sudán, el gobierno chadiano estima que el número de refugiados y retornados que llegarán a Chad, a finales de 2023, podría alcanzar las 600.000 personas. Por lo tanto, Caritas se ha comprometido a continuar su apoyo continuo a los más necesitados, especialmente en la provincia de Ouaddaï, en el este de Chad.
A través de su apoyo financiero, Caritas puede proporcionar a 1500 familias de refugiados, retornados y comunidades de acogida (unas 7500 personas):
- distribuciones de alimentos durante un período de tres meses;
- artículos para el hogar y kits de refugio;
- agua, saneamiento e higiene (WASH).
Caritas también llevará a cabo campañas de promoción de la higiene en las comunidades.
Mons. Nicolas Nadji Bab expresó su profunda gratitud hacia todos los donantes que han apoyado y siguen apoyando el trabajo de Caritas Internationalis en su país: “Muchas gracias a todos los que trabajan con Caritas Internationalis como asociados y continúan apoyándola para que realmente pueda satisfacer las necesidades de nuestra gente”.
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