Dubái/Bruselas/Roma, 7 de diciembre de 2023: Caritas Internationalis y CIDSE, dos redes internacionales de organizaciones católicas por la justicia social, exhortan a los negociadores y líderes mundiales que asisten a la COP28, que se está celebrando en Dubái, a trabajar por un acuerdo justo y audaz, que garantice la eliminación gradual de todos los combustibles fósiles, ponga al planeta en el camino hacia la consecución del Acuerdo de París y brinde apoyo financiero a las comunidades afectadas por el cambio climático.
El papa Francisco envió un mensaje claro a la COP28 diciendo: “El calentamiento global ha coincidido con un declive general del multilateralismo, acompañado de una creciente falta de confianza dentro de la comunidad internacional”. Las agencias católicas, en la COP28, exigen a los líderes mundiales que presten atención a este mensaje, durante la segunda semana de la cumbre, y se aseguren de que la conferencia ofrezca un camino claro que renueve la esperanza y genere confianza, en la diplomacia mundial, en su lucha contra el cambio climático. Sin embargo, advierten que esto requerirá un aumento significativo de la ambición, un mensaje claro para eliminar gradualmente los combustibles fósiles y la afirmación de que la acción frente al clima debe ser liderada por los países con mayor responsabilidad histórica.
Josianne Gauthier, secretaria general de CIDSE, afirma: “Los responsables de la toma de decisiones, en la COP28, deben acordar por unanimidad eliminar inequívocamente los combustibles fósiles y establecer un plan integral para revisar futuros progresos, respecto al Acuerdo de París. El compromiso, con el objetivo de 1,5 °C, debe guiar los esfuerzos nacionales, apoyados en el rigor científico, el respeto a la dignidad humana y la adhesión al principio de responsabilidades comunes, pero diferenciadas, y capacidades respectivas. Con un firme proyecto mundial de inventario (GST, por su sigla en inglés), el Acuerdo de París puede volver a encarrilarse“.
Alistair Dutton, secretario general de Caritas Internationalis, señala: “Establecer el Fondo de pérdidas y daños, durante el primer día de la COP28, fue un logro histórico. Es el resultado de los esfuerzos incansables de numerosas partes y es una historia de éxito, en la diplomacia multilateral. Sin embargo, ahora hay que acordar los detalles. La COP28 debe definir el nivel de financiación necesario para las pérdidas y daños económicos y no económicos y establecer una trayectoria clara, en el inventario mundial (GST) para evaluar y mejorar periódicamente la acción mundial para abordarlos”.
Alistair Dutton, secretario general de Caritas Internationalis.
“Cuando nos involucramos en pérdidas y daños, necesitamos un enfoque mucho más holístico y programático, que comience con un compromiso profundo y sincero y evaluaciones participativas con las comunidades. El Fondo de pérdidas y daños debe ser holístico, específico para el contexto, dirigido, determinado y accesible en ámbito local“, agregó.
Como afirmó el papa Francisco, en su discurso a los líderes políticos de la COP28: “El propósito del poder es servir. Es inútil aferrarse a una autoridad que algún día será recordada por su incapacidad para actuar cuando era urgente y necesario hacerlo. La historia se lo agradecerá”. Los agentes católicos, en la COP28, continuarán llevando este mensaje a los líderes mundiales, en la segunda semana de la COP28, y esperan que el resultado final marque un punto de inflexión en nuestra lucha contra la injusticia climática.