Han pasado casi cuatro meses desde que, el 7 de octubre de 2023, comenzara la última ronda del conflicto en Tierra Santa, que ha provocado niveles de destrucción y sufrimiento sin precedentes. Como consecuencia, la crisis humanitaria en la región sigue agravándose.
Caritas Internationalis sigue en primera línea en la respuesta humanitaria, reiterando su llamamiento a un alto el fuego permanente y a un acceso humanitario sin obstáculos para proteger a los civiles y satisfacer sus necesidades, en estricto cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario y de los Derechos Humanos. Caritas pide también la liberación inmediata de todos los rehenes y de todas las personas detenidas arbitrariamente.
Las necesidades humanitarias siguen aumentando, y la protección de la población civil se ve cada vez más comprometida. Las hostilidades en curso no sólo han perpetuado el sufrimiento en las comunidades, sino que también han afectado profundamente a nuestra familia de Caritas, con la trágica pérdida de dos compañeros: Viola Amash e Issam Abedrabbo. El asedio está caracterizado por severas restricciones en el abastecimiento de servicios esenciales: electricidad, alimentos y combustible, junto con las operaciones militares en curso. Esta situación ha empeorado drásticamente las condiciones de vida y la seguridad de los civiles.
Un ejemplo conmovedor del devastador impacto del conflicto es el calvario que está viviendo un miembro del personal de Caritas Jerusalén, A.D., que vive en Gaza. Cuando se vio obligado a evacuar su casa, tras las advertencias de reubicarse hacia el sur, A.D. y su familia buscaron refugio en Khan Younis. Allí, junto a otras 57 personas en un refugio abarrotado, vivieron en constante incertidumbre, sus días marcados por la escasez y el miedo.
La situación dio un giro terrible en diciembre, justo antes de Navidad, cuando un ataque aéreo destruyó su refugio temporal. A.D., aunque sobrevivió, sufrió heridas de metralla y lesiones por el derrumbe de la estructura. Los miembros de su familia se vieron igualmente afectados, y a su hermano mayor le tuvieron que amputar una pierna, por una grave lesión. Desplazados una vez más, se enfrentaron a la realidad de una asistencia médica inadecuada, con el hermano de A.D. a la espera de recibir tratamiento adicional, en la vana esperanza de ser trasladado a Turquía o Egipto, donde la asistencia especializada podría ofrecer un camino hacia la recuperación. En medio de esta confusión, A.D. permanece junto a su hermano en el hospital, separado del resto de su familia y atormentado por el temor por su seguridad.
Caritas Jerusalén mantiene inquebrantable su compromiso de servir a los más vulnerables en toda Tierra Santa. Nuestra misión de aliviar el sufrimiento y fomentar la resiliencia es más vital que nunca. Nos dedicamos a ofrecer asistencia humanitaria, basada en principios, apoyar la recuperación y permanecer cerca de las personas afectadas por el conflicto.