Photo par Isabel Corthier/Caritas Belgium
Un clima que cambia perjudica de manera desproporcionada a los pobres y los líderes del mundo deben hacer frente a este problema, afirma el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, que se unirá a los líderes de diferentes confesiones la próxima semana en Nueva York, para discutir sobre el impacto del cambio climático.
La Cumbre Interconfesional sobre el Cambio Climático tendrá lugar del 21-22 de septiembre de 2014. La misma precederá a una Cumbre de la ONU para jefes de gobierno sobre el Clima.
“Un clima que cambia perjudica a los pobres”, dice el Cardenal Rodríguez, Presidente de Caritas Internationalis. “Ellos son los que contribuyen menos al cambio climático y los menos equipados para hacerle frente. Son personas que no sólo pasan hambre, sino que además, ven su pan cotidiano en peligro porque el clima les amenaza”.
El Cardenal Rodríguez y otros 30 líderes religiosos expresarán las preocupaciones y propuestas de las comunidades confesionales, a los gobiernos, en la Cumbre de la ONU de 2014 sobre el Clima.
En todo el mundo, las organizaciones Caritas apoyan a las comunidades azotadas por las condiciones climáticas erráticas y hostiles, con tifones, sequías e inundaciones. “Cuando cada día se vive una batalla cotidiana por la supervivencia, el cambio climático multiplica las desigualdades existentes y hace que sea más difícil, para las familias humildes, poder salir de la pobreza”, afirma el Cardenal Rodríguez.
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“La creación es un don de Dios, sin embargo, nuestro uso de esa creación – sobre todo el uso de carburante fósiles – ha causado un impacto importante en la naturaleza”, dice Joseph Cornelius Donnelly, delegado de Caritas Internationalis ante la ONU, en Nueva York. “La tierra, los bosques y los mares están cambiando. Puede ser por una mala cosecha, terrenos áridos, océanos ácidos y un tiempo impredecible: el cambio climático está perjudicando a los pobres”.
Caritas señala que las prácticas agrícolas a escala industrial han transformado los paisajes, alterado los ecosistemas y amenazado las especies: “Un desarrollo que condiciona de manera adversa el medio ambiente excluye y destruye. Queremos un desarrollo que sea inclusivo y en armonía con la naturaleza”, indica Donnelly.
Con el patrocinio del Consejo Mundial de Iglesias, Religiones por la paz y CIDSE, la Cumbre Interconfesional llevará a la vanguardia las voces de los pobres y las recomendaciones de los cooperantes.
“Gran parte de ese mundo abundante y fértil, que recibimos de Dios, para protegerlo y disfrutarlo, se ha visto degradado. Nos hemos vuelto indiferentes ante el daño que hacemos, tanto a la naturaleza como a nuestros hermanos y hermanas más pobres. Hemos de poner a los pobres como epicentro de un nuevo enfoque de la creación”, afirma el Cardenal Rodríguez.