Algunos quedaron atrapados en los escombros durante horas. Otros perdieron seres queridos. Miles vieron sus hogares venirse abajo. Para los supervivientes del terremoto de 2010 en Haití, el dolor y la pena se volvieron constante compañía. Cuando Caritas corrió para suministrarles agua, comida y refugio a las familias, los socorristas se dieron cuenta de que ...
Siga leyendo...