El Padre Cristóbal Domínguez, sacerdote carmelita descalzo, ha visto un éxodo masivo de jóvenes de su parroquia como resultado de la emigración económica.
De enero a julio de 2018, un total de 17 jóvenes de la Pastoral Juvenil emigraron. En la foto que sostiene el padre, más de la mitad de las personas fotografiadas emigraron y otros planean hacerlo pronto. El P. Cristóbal dice:
“Es lamentable que muchos jóvenes sientan que este país no les ofrece oportunidades de crecimiento”.
“Hemos sufridos la pérdida de todo el coro parroquial, formado por jóvenes adultos que emigraron en diciembre pasado. Ahora estamos intentando formar un nuevo coro, pero el tema de conversación siempre es sobre a qué otros países pueden irse, cuál ofrece más oportunidades “.
La parroquia del P. Cristóbal trabaja en estrecha colaboración con Cáritas Venezuela, para brindar esperanza a las personas y ayuda con la nutrición para los necesitados. Cada semana, su parroquia sirve a más de 500 personas la “olla comunitaria”. Recientemente, ha comenzado una segunda sesión de comidas, los viernes, para los maestros, el personal y sus familias, en la escuela parroquial.
Teme la llegada del próximo año escolar, porque cree que muchos de los maestros se unirán a la diáspora.